Se va acercando el final de curso y para refrescarnos un poquito, hemos decidido darnos un chapuzón.
A lo largo de esta semana asistiremos a la piscina de Churriana, para participar en la actividad de natación que, como cada año, nuestro cole celebra.
Las rutinas diarias han cambiado considerablemente. Nada más llegar nos disponemos a cambiarnos de calzado, visitamos el baño y realizamos alguna actividad tranquilita y corta, mientras esperamos el gran momento: ¡La hora de marcharnos en el autobús!.
En torno a las 9:50 horas, ya estamos listos. Una vez allí, nos cambiamos de ropa y con todo lo necesario para el baño… nos vamos a realizar un pequeño calentamiento, que prepare nuestros músculos para el «gran esfuerzo».
Dentro del vaso de la piscina, todo son risas, salpicones, alegrías y alguna «tragantá» y resbalón que otro. En fin, que lo pasamos genial. Después, una ducha para quitarnos el cloro y… sorprendente el grado de autonomía demostrado a la hora de los cambios de ropa. ¡Hemos conseguido un tiempo récord!. (Anda, practicad en casa un poquito, en los cambios de la mañana y la noche).
A la vuelta al cole, fruta, crema solar, juego en el patio, aseo, comida, Ufffff. ¡Qué tranquilo el final de curso!
Con tanta dedicación y entusiasmo, a ver si al final de la semana conseguimos un diploma que acredite nuestro alto grado de destreza en esta actividad y llegamos aunque sea a «merluzos», ja, ja!. Ya os pondré unas fotillos, es que estoy esperando la cámara sumergible de 500 megapixel que he encargado a Japón. La que dispongo, saca unas fotos estupendas pero no se le ve la cara a ¡NADIE!
Esther