Hoy nos visita en la clase Teo, el papá de Marco S., para explicarnos un poco acerca de su profesión: Psicólogo.
Nos cuenta que los psicólogos son algo parecido a los médicos, pero que no «curan» con medicinas sino hablando y escuchando y que por eso no tienen maletín ¡Je!. Las personas que acuden a un psicólogo es generalmente porque no son felices y ellos les ayudan a aprender cómo conseguirlo.
Apoya su exposición en una colección de libros, de la editorial SM cuya temática son las diferentes emociones que podemos sentir. Entre otros están los que a continuación os expongo:
Resalta que todas las personas, en algún momento de su vida se han mostrado tristes, miedosos, contentos, celosos… y que eso es normal. No debemos reprimir nuestras emociones y los demás deben aprender a respetarlas. Conforme nos vamos haciendo mayores, vamos aprendiendo a no reprimirlas pero mostrarlas de otra forma. Lo que puede llegar a ser un problema es que una persona esté siempre triste, o siempre tenga miedo … entonces significa que no sabe gestionar bien esa emoción y necesita la ayuda de un psicólogo.
Nos desvela dos grandes secretos: 1. Que la mayoría de los problemas en torno a este tema, que surgen en la adolescencia o cuando somos adultos es porque desde pequeñitos no hemos aprendido a pensar en los demás y sólo pensamos en nuestro interés particular y 2. Que nunca debemos dañar a las personas que tenemos a nuestro alrededor cuando una emoción nos genere esa sensación, por ejemplo el enfado.
Acordamos que a partir de ahora, intentaremos respetar cómo se sienten nuestros compañeros y no «obligaremos» a que salgan de ese estado de ánimo, sino que los acompañaremos y ayudaremos para que se les pase. También intentaremos no dañar a nadie cuando estamos muy enfadados.
¡Muchas gracias Teo por tu colaboración!
Esther