La conferencia de Diego nos ha permitido conocer información sobre los gatos y conocer la historia de Mishu, su gato.
Mishu es un gato común europeo adoptado en un refugio de animales, lugar donde cuidan de perros y gatos. Llegó a casa con 4 meses que equivale a 8 años de un humano.
Hemos estado trabajando algo muy importante: la forma en que nos tratamos entre nosotros. Muchas veces, nos centramos en las cosas que no nos gustan de los demás y dejamos de lado todas esas cualidades positivas que realmente apreciamos, pero que no siempre verbalizamos.
Esta actividad nos ha generado un espacio de reflexión sobre cómo nuestras palabras y actitudes pueden influir en los sentimientos de quienes nos rodean. Hemos puesto el foco en algo muy sencillo pero poderoso: hemos decidido buscar y expresar los aspectos positivos de nuestras personas más cercanas dentro del grupo. Tras emplear un tiempo en ponernos al lado de las personas con las que nos sentimos a gusto, nos hemos preguntado: ¿Por qué no decirle a un compañero/a que valoramos su amabilidad o su esfuerzo? ¿Y lo que me gusta de él o de ella?. Y nos hemos puesto manos a la obra para escribir sobre ello. Dar y recibir palabras positivas no nos quita nada, al contrario, fortalece nuestras relaciones. Cada palabra amable es como una semilla que, al ser plantada, germina en una convivencia más amable y respetuosa. Debemos ser más conscientes de los comentarios que hacen y de cómo sus palabras influyen y afectan a los demás y también como eso revierte en nosotros y nosotras mismas.
Además, de esta manera se crea un ambiente de confianza y apoyo.
No callando las cualidades que admiramos en los demás y siendo generosos con nuestras palabras positivas, todos y todas ganamos.
A nadie le amarga un dulce y poder leer las cosas positivas que piensan y escriben mis personas de referencia en el grupo les ha puesto estas caritas. Hemos comprobado como a todos y a todas nos gusta que nos hablen de manera positiva para reforzar esos aspectos, prediquemos todos con el ejemplo.
Otra modalidad de lectura que hemos llevado a cabo esta semana es la lectura colaborativa, en todos y todas, hemos leído un cuento en el que cada uno iba leyendo en voz alta una parte del mismo. Esta forma de lectora resulta al igual que las otras, que también llevamos a cabo, beneficioso para el proceso lecto-escritor ya que permite: mejorar la fluidez lectora, poner la entonación y el ritmo adecuado, pronunciar de manera consciente, fomentar la comprensión lectora, retener información e interpretarla, promover la escucha activa, desarrollar habilidades expresivas y comunicativas e incentivar el gusto por la lectura.
Además entre todos y todas nos centramos y reconocemos matices que dan un mayor énfasis a la lectura y que de la misma manera a través de diferentes pautas ponemos en práctica cuando escribimos.
Nos hemos adentrado en el fascinante mundo de las magnitudes, y en particular, hemos comenzado trabajando con la longitud. Nuestro objetivo fue que el alumnado pudiera comprender mejor este concepto de manera práctica y divertida.
Comenzamos con una breve introducción para explicar qué es la longitud y cómo la utilizamos en nuestra vida diaria para medir cosas como la altura de una persona, la longitud de un hueco o un objeto que queramos cambiar o comprar, la distancia entre dos puntos… Una vez que los alumnos entendieron la idea básica, ¡nos pusimos manos a la obra!
Entregamos a cada grupo de niños y niñas diferentes instrumentos de medida, como: reglas, cintas métricas y metros plegables, decámetros…A partir de ese momento, tenían total libertad para medir cualquier cosa que tuvieran a su alrededor en el aula: mesas, libros, sillas, muebles o sus propios estuches.
Tras esta primera experiencia salimos fuera y fuimos pasando por diferentes espacios para seguir midiendo libremente: baranda del patio central, casita, portería, canasta, pasillo del jardín…
Los niños disfrutaron mucho la actividad, midiendo todo lo que tenían a la vista y registrando sus resultados. Esta práctica les permitió entender de forma concreta lo que significa medir en centímetros y metros, y fue especialmente interesante ver cómo colaboraban entre ellos, ayudándose a sujetar las cintas métricas o comparar las longitudes.
Además de trabajar habilidades matemáticas, también fomentaron su curiosidad y el trabajo en equipo.
Seguiremos explorando nuevas formas de hacer el aprendizaje divertido al tiempo que útil.
Tatiana Molina -Tutora 2º EPO-