Ir al colegio, para unos es reencontrarse y para otros buscarse. Depende el tiempo que lleves en él.
En ambos casos a principio del curso atravesamos una adaptación, ya que para nosotros unos meses suponen muchos cambios, no solo físicos, también emocionales, por lo que estamos constantemente ensayando, formas de afrontarlos .
Pasados los primeros días, se plantean situaciones entre las personas que convivimos, que necesitan cierto tratamiento como:
- El acogimiento de los recién incorporados.
- El reparto de papeles entre los miembros de los grupos de amistad, por afinidades, rivalidades, acomodaciones,…
- Los conflictos propios de la convivencia.
- El uso y custodia de los objetos personales.
Somos aprendices de la vida y afortunados por acumular experiencias, que se pueden comprender y relativizar, si se enfocan desde nuestra posición de niños.
Nuestros mayores deben mirarlas con cierta distancia, dejando espacio para cometer nuestros propios errores.
Aquí entra el tratamiento ético que en clase le damos a todas estas cuestiones.
- Se nos invita a explicar lo sucedido.
- Cómo nos hemos sentido.
- Se nos entrena en escuchar como el otro lo vive.
- Ponemos nombre a nuestras emociones.
- Buscamos soluciones y acuerdos juntos.
No es posible, aunque queramos, remediar de inmediato cada una de estas situaciones, solo tenemos una experiencia de escasos 6 años de vida.
Nuestros adultos, ¿lo han conseguido ya?
De todo este aprendizaje están pendientes nuestro profesores que trabajan a diario ganarse nuestra confianza y para que seamos capaces de expresar lo que nos preocupa, lo que nos incomoda, y afrontar las actitudes inadecuadas, sin que nos sintamos prejuzgados.
La familia también hace una labor extraordinaria para que aprendamos valores de convivencia. Solo que no les resulta nada fácil escucharnos cuando algo nos preocupa, pues se acuerdan de sus propias vivencias y, como nos quieren tanto, les gustaría poder evitarnos estos pequeños tropiezos.
Pero somos una tribu y entre todos aprendemos a convivir.
Aprendemos a contar en la recta numérica:
Vamos a germinar las habas para llevarlas al huerto y plantarlas.
Pero es necesario primero desgranar las vainas, limpiar las mesas y preparar la tierra. Pero claro en cuanto Rosi ve un montón de algo, lo que sea, ¿qué se le ocurre? : contar.
Primero lo hicimos cada grupo como pudimos, al montón, pero no nos poníamos de acuerdo en el resultado. A muchos de nosotros cuando contamos, se nos olvida el número al que hemos llegado y tenemos que volver a empezar. Se nos sugirió la iniciativa que tomaron dos grupos, que habían ordenado en hilera las semillas. Pero tampoco podíamos.
Entonces se nos dio una recta numérica. Sobre cada número colocamos una haba y todos pudimos ponernos de acuerdo en el cálculo.
Es que en cuanto pasamos del diez nos resulta algo complicado esto de contar con conciencia. Pero es que este año debemos llegar al 100.
Así que a practicar.
Las plantas
Tenemos un pequeño observatorio en clase, para ser espectadores en primera fila del nacimiento de una planta. Hemos puesto en media cáscara de huevo tierra abonada y semillas de césped. La preparación se puede ver en el blog de la semana pasada.
Cada día el súper ayudante es responsable de regar todos los» huevos» que contienen las semillas. El martes asistimos al nacimiento de las primeras puntitas de hierba.
Seguimos con la germinación de las habas.
Los colores
En artística nos iniciamos en apreciar los colores, básicos y sus mezclas, pintando. Es un trabajo que requiere un proceso del que veremos los resultados en unos días.
Del mismo modo estamos a la espera que el horno nos diga cómo va nuestra arcilla, si ya se puede llamar cerámica y podemos pasar a esmaltarla.
En estos procesos nos entrenamos en la espera, tan necesaria para comprender , el valor del trabajo y del esfuerzo en esto de lo que llaman la artística.
La Vega de Granada
Hoy hemos hecho una lluvia de ideas acerca de lo que sabemos de la Vega. Ha costado comprender el tema hasta que alguien ha dicho que en ella estaba el colegio.
A partir de ese momento hemos hecho el esfuerzo de recordar que vemos cuando venimos cada día.
Nos vamos a convertir en detectives y descubrir todo lo que podamos sobre este lugar, durante el fin de semana seguiremos las pesquisas, así el lunes podremos compartir nuestros hallazgos en la puesta en común.
El 18 de octubre, martes, vamos de excursión para recorrerla.
Buen fin de semana a todos.
Rosi
Rosi, gracias por tu comprensión. Es cierto que todos somos aprendices de la vida, y en el caso de la educación de nuestros hijos las experiencias de las que partimos puede que se limiten a los recuerdos de como nos educaron a nosotros. Puede parecer que el resultado fué bueno, nuestros padres lo hicieron con mucho amor, pero también partiendo de la experiencia de su propia educación. Nosotros, los padres de todos estos maravillosos niños, queremos hacerlo aún mejor, de otra manera, pero también nos faltan experiencias, algunos sólo llevamos unos escasos 6 años siendo padres!!!!! Pero qué experiencias tan bonitas son….Me alegro de que formes parte de nuestra tribu. Gracias.
Gracias a ti por participar en las reflexiones que hacemos en el blog. La educación se construye entre todos para cada persona en particular, no se distribuye como un bien de consumo, que le va bien a todo el mundo por igual. Es difícil, pero apasionante. Yo también me alegro de nuestro trabajo en común.
Un abrazo
Rosi
buen finde
Pasarlo muy bien.
Te espero el lunes, Carlos.
Un beso
Rosi
que te lo pases muy bien besos