Comentaba en la entrada anterior el interés de los niños por la arcilla. El grupo de primero esperaba con ilusión esta sesión de modelado.
Durante el proceso de trabajo, los niños disfrutan explorando sus posibilidades plásticas, ejercen una manipulación espontánea sobre ella, la estiran, la aplastan, hunden sus dedos en la masa, la golpean. Les sugiero la importancia del amasado para unificar su consistencia. Mientras la manejan, experimentan no sólo sus cualidades y posibilidades, sino también sus reacciones al ser manejada entre sus manos.
En esta edad ya alternan entre el método sintético, elaborando sus producciones cada parte por separado para unirlas después; y el método analítico, trabajando sus figuras a partir de un todo. El ojo y la mano colaboran dándole significación a la materia y se nivelan en importancia plástica.
Ana Martín