Con esta actividad pretendemos acercarnos a la diversidad humana a través de sus diferentes hogares. Comenzamos con la recogida de material en el jardín que, en esta época, nos ofrece gran cantidad de recursos naturales. Reciclamos palos, ramas, hojas, corteza de árbol, troncos, todo aquello que consideramos nos pueda ser útil para la construcción de las viviendas.
Hacemos una pequeña asamblea, donde hablamos de diferentes tipos de viviendas, ubicadas en cualquier lugar o país. Elegimos las siguientes: Rascacielos, pagoda china, castillo, faro, tipi indio, palafito, vivienda flotante, casa cueva, yurta asiática, iglú inuit, casa en un árbol, bohío o palapa, jaima del desierto, estación experimental en la Antártida. Organizamos la tarea en parejas, revisamos los materiales y comenzamos el trabajo. Completamos el material reciclado con cajas, cartón, corcho blanco, botes de plástico, telas, etc.
Dedicamos una sesión a componer un cartel en el que se incluyen el título con el nombre de la vivienda, un dibujo realizado por ellos y la información referida a la construcción y aspectos sociales del entorno.
Con plastilina modelamos figuras y objetos que formarán parte de la vivienda y sus alrededores. Para abordar la ambientación cada pareja hace una pequeña presentación a sus compañeros. Imaginando que son los habitantes de la vivienda, les cuentan de cuántos miembros está compuesta su familia, si en su casa hay electricidad, agua corriente. Hacen referencia al tipo de vida, si van al colegio, el tipo de alimentación, cómo van vestidos, cómo es el clima de su localidad…
En la última sesión completamos los detalles del trabajo, la pintura del fondo, pegado y ubicación de los elementos modelados.
Con este trabajo construimos, habitamos de forma imaginaria y hacemos una reflexión sobre diferentes formas de vivir:
- El hogar puede ser muy diferente de un país a otro, o incluso para personas cercanas, dependiendo del tipo de construcción, la ubicación, los elementos de su interior y las personas que lo habitan.
- La casa es un símbolo de la familia, cobija a un determinado número de personas y se establecen elementos de identificación, a nivel social y personal.
- En el hogar materializamos nuestra intimidad, desarrollamos un determinado estilo de vida, establecemos el modo de enfocar las relaciones de convivencia. Es el primer núcleo donde se educan, además, aspectos afectivos y materiales en relación a la importancia que se dan a los diversos aspectos de la vida.
La casa como símbolo de la familia, es un instrumento imprescindible para desarrollar el sentimiento de identidad.
Ana Martín