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MODELADO DE ARCILLA. CERÁMICA

¡Por fin nos ha tocado arcilla! Los alumnos de quinto expresaban su entusiasmo el día que les tocó manipular la arcilla.  Bueno, les pasa a  todos los grupos. Los de sexto aún están esperando.

Cuando comienza el curso los alumnos me demandan su libreta de artística y la arcilla. El proceso del trabajo con la arcilla es lento. Comienzo por los más pequeños, los de primero y cuando sus trabajos completan todo su proceso de elaboración y cochura, la arcilla va recorriendo todos los cursos.

Les encanta manipular la arcilla. Tienen que esperar varios días hasta que sus trabajos salgan terminados. Los modelan, esperamos a que se sequen, los cocemos en el horno cerámico a 980º, los esmaltamos con pigmentos y esmalte transparente y los volvemos a cocer.  A veces pueden pasar varias semanas. La arcilla les enseña a saber esperar, a percibir procesos lentos tan contrapuestos a los ritmos  acelerados que vivimos día a día, aún así. la arcilla es su material favorito.

Les enseña otras muchas cosas, mientras trabajan, pueden hacer lo que quieran, pero no de cualquier manera. Hay que tener en cuenta el grosor, el vaciado, el pegado, el control de la humedad… toda esta tarea se une a la idea inicial de llevar a cabo lo que sus mentes han proyectado. En muchas ocasiones hay que superar la frustración e integrar la lentitud de todos los procesos que la tarea requiere.

En este proceso alquímico de convertir el «barro» en cerámica, intervienen los cuatro elementos de la naturaleza, la tierra, el agua, el aire y el fuego. ¿Puede que esto les resulte tan atractivo?

Por último la magia de los esmaltes que experimentan un gran cambio cuando salen del horno.

El ser humano y concretamente la infancia necesita del asombro para sentir la motivación, el atractivo por una tarea. Experimentar ese sentimiento que, ante algo a veces enigmático como son los cambios  en  el proceso cerámico, les desafíe en la comprensión  de una tarea que trasciende los límites imaginados.

 

Ana Martín

ESCULTURAS NATURALES

Con la llegada del otoño se produce un efecto especial en la naturaleza, todo se prepara para la llegada del cambio que concluirá con el reposo del invierno. En nuestro colegio, inmerso en la Vega de Granada y rodeado de especies vegetales, podemos apreciar de manera especial la evolución de este ciclo estacional. Los árboles se desprenden de sus hojas en un acto de renovación y generosidad que alimentará el ciclo de la vida. Las aves respondiendo a su periodo de muda, se despojan de algunas de sus plumas. Los últimos frutos de temporada se afanan por madurar para ser recogidos o aprovechados antes de la estación invernal. Con todo este ciclo de renovación en marcha, el suelo de nuestro jardín nos ofrece una alfombra variada compuesta por infinidad de hojas, palitos semillas, pequeñas bayas, semillas, plumas… Los alumnos de primero han estado recogiendo algunos materiales. Después de su salida a la Vega, la mirada se les enfoca en aquellos elementos naturales que configuran el paisaje. Podemos hablar de paisaje a gran escala, pero existe un paisaje a vista de niños, cercano al suelo, rico en elementos y posibilidades.

Comenzamos depositando encima de las mesas el material que disponemos. Les animamos a observar la variedad de elementos e imaginar las diferentes posibilidades.

Con esta actividad de crear esculturas naturales, pretendemos estimular la imaginación y la inventiva de los alumnos. Nos ponemos como objetivo la creación de animales. Pueden ser inventados e incluir su hábitat en lo que hagamos. También caben otras posibilidades.

 

A través de la imaginación, ponemos en marcha la capacidad de nuestros alumnos para crear imágenes, ideas y procesos mentales que les lleven a convertir en esculturas, los materiales naturales que les mostramos.

Iniciada ya  la tarea,  damos paso a la creatividad como puesta en práctica de todo aquello que han imaginado, transformando la imaginación en realidad, construyendo, creando.

Mariquitas, serpientes, conejo, árbol, coche, caballito de mar, cangrejo, erizo, pato de carreras, también algunos barcos, arco con flecha, casa de totoro y, ¿porqué no? un mini titanic.

Los alumnos de primero han disfrutado de esta actividad que les ha permitido construir lo imaginado. En el proceso de crear han incorporado conocimientos, sensaciones y experiencias a través de materiales reciclados del mundo natural.

Ana Martín

 

EL ALBAYZÍN

Con motivo de la visita al Albayzín, los alumnos de segundo curso han  hecho varios trabajos sobre la arquitectura del barrio más antiguo de la ciudad de Granada.

Comenzamos con la construcción de diferentes edificaciones. En la primera sesión los alumnos recibieron una serie de cartones para que construyeran casas, iglesias y torres. Ya en clase con Tatiana habían comenzado la investigación sobre el barrio y se habían distribuido el trabajo por grupos. Poseían algunas ideas previas. Organizaron el trabajo libremente.

Mientras trabajan van surgiendo nuevas ideas constructivas y nuevas soluciones a los problemas que se van presentando: tamaños, simetrías, pegados… La unión de las caras es algo que se les complica y surge la estrategia de la pestaña que permite solaparla con la cara opuesta de las aristas. Otra opción son los ángulos para la unión de las caras de los diferentes poliedros, que sin ser conscientes de ello, están creando.

 

La experimentación que les lleva a crear diferentes edificios, les conduce a descubrir propiedades tridimensionales en los objetos y a establecer relaciones con el espacio: verticalidad, horizontalidad, altura, anchura, profundidad, equilibrio formal, tamaño, proporción… A medida que el trabajo avanza, los edificios van tomando cuerpo  y comienzan a parecerse a torres, puertas, iglesias, casas. Mención aparte merecen los aljibes que construyeron varios.

En la siguiente sesión nos planteamos el dibujo de las diferentes edificaciones a carboncillo. Para ellos dar sombra con diferentes tonos de grises, es una novedad. Les pareció una gran idea poder abreviar en el coloreado.

Ayer hicieron la visita al barrio. Habían investigado previamente, habían experimentado con volumen y dibujo, pero aún quedaban muchas y sorprendentes cosas que aprender. Sin duda durante la visita disfrutaron y completaron los conocimientos que habían adquirido sobre este maravilloso barrio.

Ana Martín

VIVIENDAS DE CERÁMICA

Planteamos con los alumnos de tercero la elaboración de una serie de edificaciones. Se aproxima la visita de estos alumnos al Sacromonte  granadino. Inspirándonos en la arquitectura típica del barrio: casas de una o dos plantas con tejadp, cuevas-casa, les animamos para que las construyan en arcilla.

Para ellos es una nueva oportunidad de trabajar  con la arcilla. Es uno de los materiales que más demandan y disfrutan,  Cuando tienen este material entre sus manos, brotan las ideas. Siempre saben qué van a hacer.

En esta ocasión el planteamiento de trabajo es nuevo para ellos. Deben trabajar en parejas y deben hacer una construcción. En principio, la tarea parece algo más complicada. Deben de hacer una abstracción mental e imaginar de cuántas partes está formada la vivienda que van a hacer. En el primer trimestre habíamos trabajado el volumen y habían construido  diferentes prismas que se transformaron en mobiliario para sus maquetas.

En esta actividad damos un paso más allá, no nos conformamos con la estricta manipulación y dar por acabado cualquier pieza con la premisa » es que a mi me gusta así».

Además de hacerlos mas conscientes de los requisitos de la técnica para trabajar la arcilla ( amasado, grosor, pegado, humedad,,,), queremos que se planifiquen, centren su atención en lo que están haciendo, secuencien los pasos que van a seguir y apliquen nuevas estrategias de trabajo.

Manipular la arcilla, siempre es beneficioso y placentero, pero si queremos ir más allá y lo que queremos es convertirla en un objeto cerámico, es esencial seguir una serie de pautas que van a desarrollar en nuestro cerebro nuevas habilidades  y además, lograremos el éxito de una tarea planificada en todo su proceso. La última palabra la tiene el horno que nos «pasa el examen» y aquella pieza que esté bien hecha no se romperá

Ana Martín

 

SEMANA CULTURAL

Los alumnos de sexto han contribuido con diversos trabajos para la Semana Cultural. Elaborar el cartel anunciador de la semana ha sido uno de ellos. Siempre están dispuestos a colaborar. Trabajan bien en equipo, se distribuyen las tareas y se responsabilizan de acabar el cartel para exponerlo.

La costura y el bordado parece también de la época de los abuelos. Hoy en día la aguja es un instrumento casi olvidado. Cierto es que las costumbres han cambiado y las ocasiones para utilizarla van disminuyendo. Les proponemos bordar la inicial de sus nombres sobre un cartón, perforado previamente.

Cuando planteas una actividad de costura con los alumnos percibes, a través de sus dificultades, todas aquellas habilidades de motricidad fina y coordinación ocular que se desarrollan con esta tarea. El enhebrar la aguja, el hacer nudos, el trazo adecuado de la puntada, para algunos es una ardua e inabordable tarea.

Otra de las contribuciones de sexto ha sido la confección de maceteros de arcilla. El trabajo con la arcilla es siempre bien recibido. En esta ocasión trabajan con placas a medida. Deben hacer un buen montaje con un pegado adecuado para que el macetero se sostenga.  Completan con decoración exterior elaborada en sobre relieve.

 

Una vez cocidos los maceteros en el horno cerámico,  los completamos con unas plantas que servirán como regalo para los abuelos que nos visitan con sus experiencias  y talleres durante esta semana.

Ana Martín