Cuando los alumnos entran en clase, se encuentran, encima de la mesa, unas papeletas donde hay escrito el nombre de una profesión, deben elegir una de ellas. Planteamos una sesión de dibujo bajo el enunciado: Si yo fuera…, queremos que, en esta ocasión, los alumnos dibujen personajes diferentes a los que suelen dibujar con relativa frecuencia: las chicas hadas y los chicos coches o monstruos.
Aunque los personajes se alejaban de estos estereotipos, ellos y ellas consiguieron adaptar sus dibujos, así algunos personajes derivaron en bailarinas y otros en personajes militarizados. Muchos me pidieron permiso para cambiar el personaje por otro diferente o bien cambiarlo de género.
Los chicos dibujan personajes masculinos y las chicas dibujan personajes femeninos. Observo que, las féminas se sitúan en roles socialmente desempeñados por la mujer: escritora, músico, directora de cine, bailarina, vendedora, peluquera. Los hombres desempeñan papeles socialmente asignados al hombre: presidente, explorador, militar, investigador…
¡Misión casi imposible esta de hacerles cambiar sus planteamientos!
Ana Martín