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MODELADORES DE VIDA. NENDO DANGO

Los alumnos de primero y tercero han participado en una experiencia que aúna el modelado y el Nendo Dando, una técnica japonesa, para enclaustrar semillas en arcilla y compost.

Trabajamos en una zona del huerto donde habilitamos dos mesas. Los alumnos de primero trabajan con arcilla negra. Tras aplastar la arcilla y realizar una torta, proceden a recubrirla de compost encima del cual ponen las semillas: caléndula, comino negro y macasar.

En el siguiente paso, procedemos a formar una bola y a modelar un pequeño animalito: ratón, erizo, tortuga…

Nos dirigimos al sitio del jardín donde las vamos a ubicar. Cada alumno coloca su obra entre los arbustos y las camuflan debajo de hojas secas. Esperemos que la germinación tenga éxito.

TERCERO

En tercero trabajamos con arcilla roja. Preparamos las tortas en las mesas del patio y después nos dirigimos al jardín para completar el proceso.

Usamos tierra de la compostera que tenemos en el jardín, la tamizamos para aprovechar el sustrato más fino. Esta tierra enriquecida servirá de primer alimento en el momento que la semilla germine.

Disfrutan del proceso de modelado y comienzan a surgir diferentes animalitos terrestres ¡incluso una medusa! Acabados los trabajos nos disponemos a situarlos en la zona elegida del jardín.

 

Estos contenedores de semillas adquirieron vida entre las manos de los alumnos, mientras los modelaban y de camino al jardín parecían seres animados entre sus manos. Puede ser que cuando llueva o se riegue el jardín, esa vida recreada se transfiera a la semilla que aguarda el momento justo y las condiciones adecuadas para crear una nueva existencia.

Ana Martin

CONSTRUCCIONES.ENSAMBLAJES

ENSAMBLAJES DE PRIMERO

Éstos son los trabajos grupales de los alumnos de primero  hechos con la técnica del ensamblaje. Tanto en el grupo de primero como en el grupo de segundo hemos trabajado el volumen a partir de cartón reciclado.

Comenzamos la sesión comentando a los alumnos que íbamos a trabajar con cartón pero que no íbamos a usar ningún adhesivo para pegar las diferentes piezas. ¿Tiene alguien una idea de cómo lo podemos hacer? Nacho se levantó, cogió dos piezas de cartón hizo una ranura en una de ellas y las encajó. Efectivamente,  uniremos las piezas a modo de ensamblajes realizando pequeños cortes para encajar las piezas.

Repartimos el cartón y  diferentes objetos para copiar. El recortado es un poco complejo por la dureza del cartón, pero se esfuerzan y consiguen  recortar bastantes piezas. Después, pedimos a los alumnos que piensen en lo que quieren hacer y lo decoren con color liso o haciendo texturas.

Las primeras formas comienzan a surgir.

El término de ensamblaje artístico lo usó el artista francés Jean Philippe Arthur Dubuffet en 1953 para una serie de pequeñas obras realizadas con alas de mariposa. Dubuffet superó los límites de los soportes tradicionales, empleó materiales variados como tierra, hojas, arena, cáscaras de fruta. Fue impulsor del denominado arte bruto, realizado por personas que no estaban influenciadas por la cultura artística. «El arte auténtico está siempre allí donde no se le espera. Allí donde nadie piensa en él ni pronuncia su nombre «,  escribió el autor. «Al arte le horroriza ser reconocido y que le saluden. En cuanto eso ocurre, sale corriendo».

La huella de sus obras alcanzó a destacados artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX, como Saura, Tàpies, Gordillo, Arroyo, Millares o Barceló.

Decidimos hacer una composición grupal uniendo todos los trabajos encima de unos soportes.

CONTRUCCIONES DE SEGUNDO

El grupo de segundo estaba deseando hacer objetos tridimensionales, en este grupo si empleamos adhesivos como la cola o la cinta de carrocero. Los alumnos tienen autonomía para construir y colaboran entre ellos haciendo algunos trabajos comunes.

La primera reacción de los alumnos fue realizar un dibujo en el cartón de lo que habían imaginado. Hay que transitar el paso de lo bidimensional a lo tridimensional a través de una serie de experiencias. Algunos objetos requerían una copia de la otra cara para poder hacerlos con un fondo que les proporcionaría el volumen. El cartón no es un elemento moldeable, requiere pensar en cada uno de los elementos que se van a necesitar. La espontaneidad da paso a la reflexión. Tener en cuenta los elementos de los que se compone el «dibujo imaginado», no es tarea sencilla.

Tras el montaje y el acople de los detalles, colorean con temperas los objetos: barco, pirámide, submarino, surfista, catalejo, antorcha, alicates, caja fuerte, ukelele… todo un despliegue de imaginación compartida que disfrutaron grandemente.

Ana Martín

GEOMETRÍA ARTÍSTICA

Comenzamos en el grupo de sexto el tema de la Geometría. «¡Pero Ana!, la geometría se da en matemáticas», me dicen algunos. «La geometría es una parte de las matemáticas y tiene una estrecha relación con el arte», les comento.

Las formas geométricas, las figuras en el espacio o en el plano, las conexiones y relaciones entre líneas y puntos, han jugado un poderoso papel en el arte y en  las representaciones visuales.

De manera evidente o bien encubierta, volúmenes, proporciones, simetrías, perspectivas y elementos tridimensionales representados mediante trazos, forman parte esencial del dibujo.

En esta ocasión nos centramos en la abstracción geométrica. Líneas rectas, curvas, quebradas, espacios vacíos o con texturas visuales comienzan a emerger en el plano.

Completan el trabajo con el color de las acuarelas. En algunos trabajos, se convierte en protagonista, dando vida y emoción a los espacios. En otros trabajos el color supone un complemento de las formas. Hay en otros un asomo de formas figurativas, en estas edades es algo complejo la total abstracción.

Ana Martín

CERÁMICA

Estos trabajos de cerámica los modelaron el  pasado curso los alumnos que ahora están en cuarto. Nos dio tiempo a cocerlos, pero no a esmaltarlos, el confinamiento paró nuestra actividad. Al comenzar este curso se acordaron de sus trabajos, me comentaron que querían terminarlos.  Ha sido este trimestre cuando los han esmaltado. En mi opinión es un hecho extraordinario que los alumnos se acuerden de sus trabajos del curso anterior y que además quieran concluir una tarea que se quedó inacabada.

Hay que tener en cuenta  que son trabajos de alumnos de tercer curso. Cuando los repartí, no todos se sintieron satisfechos con sus obras, algunas se quedaron sin esmaltar porque sus creadores no las reclamaron.

Con el pincel en mano, disfrutando del coloreado con los pigmentos, todas las piezas quedaron esmaltadas. Una nueva cochura a 980º y el trabajo está terminado. Objetos decorativos, recipientes para usar, juguetes, regalos… había objetos variados.

Completamos la sesión con el modelado de nuevas piezas, esta vez con arcilla terracota. Esperaban la arcilla con gran anhelo desde el principio de curso. Les encanta, agradecen profundamente las sesiones de trabajo con este versátil material.

Ana Martín

MODELADO DE ARCILLA

¡Llegó, por fin, la tan ansiada sesión de arcilla! Los alumnos de tercero esperaban este momento con ilusión. Desde el pasado curso no habían palpado su extraordinaria textura. La amasaban, la pellizcaban, la aplastaban, hacían bolas, churros, placas y volvían a empezar. Cuando pasaba a su lado me decían:  «es que estoy pensando qué voy a hacer». Puede ser, que se sintieran en la disyuntiva de tener que elegir entre acabar un objeto o seguir manipulando la arcilla.

¿Por qué este material es tan apetecible para los niños? La arcilla como material y la evolución de la cerámica han ido paralelas a la historia de la humanidad. Los primeros objetos modelados en barro aparecen  en el Paleolítico Superior; el material cerámico ha servido a los arqueólogos para  la datación y la clasificación de los hallazgos arqueológicos. Desde entonces, hasta nuestros días, cada cultura ha desarrollado técnicas cerámicas características. Los objetos cerámicos, en muchas culturas, han formado parte de su identidad cultural. Tal vez ese hilo conductor, tan antiquísimo, les atrae y les atrapa, conectando con la parte más primigenia.

Habíamos decidido trabajar en el exterior, hacía buena tarde. Salimos con un proyecto de grupo que, empezaron a olvidar, en cuanto tuvieron la arcilla entre sus manos.

Por mi parte dejé que la experiencia fluyera de esa manera. Necesitaban manosear la arcilla, experimentar sensaciones, fantasear con posibilidades,  proyectar un objeto, planificar su realización.

El trabajo de grupo consistía en realizar un recipiente con forma de cubo. Antes de salir al patio, cada alumno había realizado el plano de uno de los lados del recipiente que íbamos a hacer. Concluidos los trabajos individuales, se pusieron a realizar el trabajo grupal. Partiendo de placas, cortaron cada una de las caras del poliedro.

Para este trabajo hacían falta varias manos, mientras uno pegaba la arcilla, otro sujetaba, otro hacía un churro para las juntas o ayudaba en el alisado. Para concluir el trabajo, decoraron y rubricaron con sus nombres. Quedaron satisfechos de los objetos que habían creado.

Ana Martín