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CUANDO SEA MAYOR…

En el grupo de cuarto hacemos un trabajo a partir de las fotos del rostro de los alumnos. Les aportamos algunos recortes de revistas y, no hubo que decir nada más. Los alumnos de forma espontánea organizaron el trabajo jugando con las diferentes posibilidades que su imagen y los recortes les inspiraban.

El juego de la identidad es algo atractivo para ellos ¿Cómo puede ser mi identidad si tuviera otro cuerpo? Imaginar cómo puedo ser de mayor o tener la posibilidad de cambiar de género, les resulta una tarea que despierta gran cantidad de emociones. Predomina la risa al ver las transformaciones que van surgiendo, se ríen del trabajo de sus compañeros y se ríen de ellos mismos al verse transfigurados. A los alumnos les resulta divertido imaginar cómo podrían ser cuando sean mayores.

En el grupo de quinto planteamos la actividad un poco más elaborada. Cada alumno debe imaginar las cosas materiales o inmateriales que desean que formen parte de su vida cuando sean adultos. Hacen dibujos sobre lo que desean y, junto a su cara, diseñarán una composición.

Aquellos rasgos y características que nos distinguen de los demás configuran nuestra identidad. La identidad engloba aspectos  personales y rasgos físicos y, además, sociales y culturales e incluso de género. Toda esa combinación de elementos determinan nuestros gustos,  necesidades, prioridades o nuestras acciones.

Los alumnos nos muestran con sus dibujos, algunos de los elementos de su «imaginada futura identidad»:

Móvil

Televisión y ordenador

Mascotas

Viviendas

Vehículos

Dinero

Viajes

Lectura de libros

Deportes

Drones/ play

Moda

Elementos de la casa

Otros

Observando sus composiciones me llama la atención que los coches y la vivienda, así como el frigorífico y el sofá sean temas exclusivamente masculinos.

Por otra parte los viajes y las tiendas de moda son temas exclusivos de las chicas.

Un tema común, además de los móviles y las «pantallas», ha sido el de las mascotas. Otro gran tema ha sido el de las cosas inmateriales en el que ambos han participado: amistad, familia, justicia, salud…

Todo lo que nos han expresado con sus dibujos, es un indicativo que les posiciona, en gustos y prioridades. La evolución de su propia historia y el entorno sociocultural donde se desenvuelvan modelará las necesidades y  acciones que configurarán su futura identidad. Los referentes familiares, aunque a priori no os lo parezca, los tendrán en consideración, y jugarán un papel de gran significación en sus vidas.

Ana Martín

EMOCIONES -LA MIRADA PENSANTE

En el grupo de segundo, tras la realización del autorretrato, realizamos otra práctica sobre el rostro humano encaminada a reconocer y dibujar diferentes emociones.

¿Qué peso tienen las emociones en los pensamientos o en la conducta  de los seres humanos? Si algo caracteriza a la etapa de la infancia es la gran explosión de emociones, a veces no diferenciadas y en bastantes ocasiones descontroladas.

Puesto que las emociones nos dirigen hacia una acción determinada, el aprender a reconocerlas implica, en cierta medida, el comienzo de controlar las acciones.  A lo largo de la evolución, el ser humano ha tenido que ir ajustando sus acciones para adaptarse a las exigencias del entorno cambiante.

En la actualidad, todos nosotros y especialmente nuestros alumnos, se encuentran con una sociedad cambiante y colmada de estímulos. Nuestras experiencias vitales y el medio en el que nos haya tocado vivir, irán moldeando nuestro equipaje genético para definir nuestras repuestas ante los estímulos emocionales que nos vamos encontrando.

Las habilidades emocionales son susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida. En ese conjunto de habilidades que configuran la inteligencia emocional, destacan el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.

En el grupo de tercero trabajamos la expresión a través de los ojos. En este trabajo queremos plasmar una serie de miradas, dibujadas por los alumnos de forma espontánea.

Partiendo de los ojos que habían dibujado. Tras pegar los ojos en la cartulina, pasamos al montaje de una composición en la que los alumnos tuvieron libertad para organizarla según sus criterios. El tener pintura a mano les motiva, como bien puede apreciarse en sus trabajos.

En otra sesión dibujaron ojos mirando a los ojos de sus compañeros. Queremos que se aproximen al dibujo más realista y que vayan interiorizando las diversas partes del ojo humano. Hablamos de que cada ojo, metafóricamente iba a «pensar en algo». De ahí que le hemos puesto a este trabajo «La mirada pensante». Los pensamientos también son un desencadenante de nuestras emociones.

Ana Martín

MOVIMIENTOS

En el grupo de segundo iniciamos este trabajo con la representación del esquema corporal. Los alumnos deben reproducir con los materiales los rasgos esenciales del cuerpo.

Disponemos de una serie de palitos, que los alumnos recogieron del jardín. Sobre un cartón decorado deberán componer simbólicamente el cuerpo incluyendo la cabeza, la columna vertebral y las extremidades. Les animamos para que representen los brazos o piernas articulados.

Para la siguiente sesión sobre el cuerpo en movimiento, pretendemos que los alumnos dibujen la secuenciación de una acción. Hablamos de algunas actividades que realizan los alumnos: danza, baloncesto, equitación, gimnasia… Algunos alumnos les muestran a sus compañeros los movimientos que realizan en sus actividades.

En cuatro viñetas dibujan las acciones necesarias para realizar la actividad. De nuevo les animamos para que no se olviden de las articulaciones, pues son parte esencial en el movimiento.

En el grupo de tercero el movimiento lo planteamos a través de dibujos. Les pedimos a los alumnos que formen parejas y que se dibujen unos a otros, en alguna postura que represente movimiento.

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De manera general cuando dibujan la figura humana, lo hacen relacionándola consigo mismo. Esa figura refleja el conocimiento y la experiencia sensorial que  tienen de la imagen del cuerpo. En esta ocasión disponen de una figura, la de su compañero o compañera, que les sirven de modelos.

La evolución de esa imagen mental del cuerpo, está muy ligada a la conciencia y control de su propio cuerpo, a la percepción de la segmentación, al entendimiento de la lateralidad derecha – izquierda. Todos estos parámetros van surgiendo paralelos al conocimiento, comprensión e integración de las diversas partes que componen en su totalidad su propio cuerpo; por ejemplo, a los alumnos más  pequeños les cuesta mucho integrar la segmentación de las extremidades.

En el acto de dibujar la figura humana, deben activar varios recursos mentales: asociar los rasgos gráficos con el sujeto real. Analizar los componentes a representar. Valorar y seleccionar los elementos característicos. Analizar las relaciones espaciales en cada postura. Establecer relaciones cuantitativas de proporcionalidad. Reducir y simplificar las partes del sujeto a representar, lo que implica una abstracción mental.

Se despliega un complejo sistema de relaciones mentales que estructuran las diversas partes que componen en esta ocasión el conjunto del cuerpo.

Ana Martín

IDENTIDADES

Comenzamos la nueva andadura por este curso con una de las tareas  más importantes que como seres humanos tenemos, el autoconocimiento.

A través de la actividad artística nos sumergimos  en una serie de actividades que nos ponen frente al espejo de uno mismo y nos revelan características propias de nuestra identidad.

Vamos a quedarnos con esta acepción: «Conjunto de rasgos o características de una persona o cosa que permiten distinguirla de otras en un conjunto».

Realizar un dibujo de nosotros mismos es muy difícil. Cierto es que cada grupo, según su edad, tiene una forma diferente de enfrentarse a esta tarea. En primero y segundo, se percibe una frescura en el hacer. Quizás aun no han desarrollado una idea concreta de sus rasgos, de aquello que les caracteriza. Resuelven el dibujo sin conflicto y si bien, en muchos de ellos se perciben peculiaridades propias, resuelven con los trazos que suelen emplear cuando dibujan caritas. Aún así hay un momento de introspección, de pensar cómo es mi físico, de mirarse al espejo incluso, buscando esos datos de su propia imagen.

En el grupo de segundo damos un pasito más en esa búsqueda de identidad. Les pedimos que busquen gustos personales y peculiaridades de su carácter.

En el segundo ciclo comienza a haber una conciencia más autocrítica del propio trabajo.

En cuarto ya facilitamos una foto personal para aquellos que les pueda servir de guía. Algunos no la tienen en cuenta.

En el tercer ciclo, ya si está instalada en sus mentes la necesidad del dibujo realista. Facilitamos la foto personal del rostro y la mayoría se rigen por ella, toman medidas y se esfuerzan porque se parezca lo máximo posible.

En este ciclo, se entremezclan la necesidad del dibujo realista y la inquietud por aceptar la imagen de su propia fotografía. Asumir las características físicas es un hecho complejo y más entre las chicas.

Seguiremos en esta tarea con otras actividades que les ayuden a formar su propia identidad.

—-BIENVENIDOS AL NUEVO CURSO—-

Ana Martín

MOVIMIENTO-PERSONAJES

Trabajamos el movimiento del cuerpo humano inspirados, algunos en la obra del artista londinense Julian Opié, y otros en diversas actividades deportivas. Los personajes de Opié, de trazos simples y rasgos esquemáticos, muestran escenas de la vida cotidiana, personajes que pasean, que miran el móvil, que van de compras… Figuras sin rostro que nos ayudan a centrarnos en el movimiento. Esta práctica del movimiento fue posterior a los siguientes dibujos.

En estos dibujos nos centramos en el rostro, tal vez por eso sean figuras más estáticas.

Aquí la dinámica fue la siguiente. Les distribuí  a cada alumno tres papeles, en cada uno de ellos estaban representados los ojos, la nariz y la boca, todos sacados del personajes del cómic.  Con esos tres rasgos del rostro se tenían que inventar un personaje. Hubo unos instantes de agitación  en la clase. Aquellos dibujos estaban condicionando la mente de los alumnos. Se debatían entre los personajes que ellos hubieran hecho y aquellos otros personajes que empezaban a aflorar en sus mentes. Los rasgos que les había dado producían otras alternativas en sus cerebros.  Aceptaron el desafío de dejarse llevar, de fluir con las posibilidades que se estaban asomando en sus mentes. La tranquilidad llegó y se pusieron a dibujar, es más llegaron momentos muy simpáticos, Algunos, me decían : «Fíjate lo que me ha salido, es muy feo, que cara mas rara» Se mostraban sus personajes unos a otros y se reían. Quizás no fuesen tan perfectos como hubieran imaginado, pero aprendieron a ser más flexibles, a adaptarse a una realidad que les condicionaba. Aquellos ojos, junto a la nariz y la boca parecían que eran los directores de la actividad y los alumnos colaboraban en la tarea.

La práctica del movimiento la realizaron en otras sesión, ahora no era el rostro sino el cuerpo el que adquiría protagonismo.

Ana Martín