MODELADO DE ARCILLA – CERÁMICA

SEGUNDO

PRIMERO

CUARTO

Los alumnos de primero y segundo siempre acogen con gran entusiasmo el modelado de la arcilla. En este trimestre han sido dos las sesiones que hemos dedicado a esta tarea.

 

Algunos de los trabajos  de la primera sesión habían estallado en el horno durante la primera cocción. Decidimos dedicar otro día para poder trabajar con la arcilla e incidir en aquellos factores que habían producido las roturas.

Cada vez que empezamos a trabajar recordamos aquellas cuestiones técnicas que hay que cuidar para evitar roturas: El grosor de las paredes, el control  de la humedad para que no aparezcan grietas, el vaciado de las piezas muy gruesas, el pegado de las diferentes partes con la barbotina, el amasado o alisado de las piezas… Son muchas las indicaciones a las que prestar atención en plena fase de creación. ¿Para hacer mi muñeco favorito tengo que hacer todo eso? El horno pasa el examen y todo aquello que no esté correcto se rompe. Los alumnos ya empiezan a entenderlo.

El la segunda sesión se hicieron más conscientes de todo lo  que la técnica requiere.

De manera general, los niños están acostumbrados al modelado de plastilina, muy usada en la etapa de infantil. La arcilla es un material muy diferente. Cuando les inicio en este tema, les explico que la arcilla es un material natural fruto de la descomposición de las rocas y que «está vivo». Esa «vida» la fundamento en su capacidad de cambiar.  Los cuatro elementos de la naturaleza; tierra, agua, aire y fuego intervienen en un proceso transformador hasta llegar a la pieza cerámica.

El esmaltado completa el proceso. La pieza de arcilla cocida queda cubierta por un vidriado de color que le da versatilidad y la capacita para ser usada,  incluso como contenedor de alimentos.

¡Que buena experiencia es poder comer en un plato elaborado por tí mismo y que además es una excelente alternativa al plástico contaminante!

¡Estas experiencias son siempre bien recibidas por  los alumnos!

Ana Martín

EL COLOR

El color ha permitido muchas formas de expresión de las artes visuales. El color es un tema que subyace o forma parte esencial en muchas de las experiencias artísticas que desarrollamos. Por su carácter transversal nos va a acompañar a lo largo de toda la etapa de primaria.

Acerca del color hay muchos temas para estudiar: armonías, cromáticas, colores primarios, secundarios y terciarios; colores fríos y cálidos; colores complementarios; monocromías y policromías; colores análogos, contrastes del color.

En el grupo de quinto,  hemos recordado las tonalidades de los primarios y secundarios, los colores complementarios  y la saturación determinada por su pureza cromática.

En el grupo de cuarto hemos recordado los primarios, secundarios y algunas tonalidades. Cada alumno ha diseñado la rueda cromática eligiendo el número de espacios para añadir las tonalidades.

El lenguaje del color consiste en aprender a observar, aprender a experimentar con las mezclas para poder adquirir a través de esa experiencia la sutileza de los cambios, de las tonalidades, de los contrastes…

En el arte del color se encuentran gradaciones precisas de tonos y también tonos de transición, a menudo imperceptibles. Cuando los alumnos trabajan les animo a que  sean científicos del color. Solo a través de la experiencia que desarrollan, haciendo  diferentes ensayos, podrán llegar paulatinamente  a captar las cualidades cromáticas y las posibilidades estéticas que el empleo del color les ofrece.

Ana Martín

PROCESOS DE TRABAJO- RECORTADO/ MEDIDAS

En el grupo de tercero hemos comenzado un proyecto para hacer una maqueta de la habitación de cada alumno. Comenzamos con el dibujo en un folio de los elementos que tiene cada estancia.

Nos damos cuenta que tenemos que hacer diferentes muebles y elementos decorativos. Para intentar dar un poco de precisión a los diferentes elementos, decidimos hacer prácticas de medidas y recortado. La primera práctica consiste en medir tiras de dos centímetros en diversas cartulinas. El uso de la regla no es tarea fácil, pues medir y hacer la línea recta, requiere de cierto entrenamiento. Afrontan este reto tratando de usar bien la regla y recortando lo más preciso posible.  Aprovechamos las tiras recortadas y  hacemos algunas composiciones.

 

En la siguiente sesión el reto es aún mayor. Les proponemos a los alumnos que comiencen a elaborar los muebles en cartulina.  Ahora tienen que realizar cada elemento en volumen. El primer recurso que utilizan es a hacer diferentes bocetos en sus libretas  de artística para organizar y estructurar sus ideas.

Comenzamos a analizar la formas en volumen y sugieren que los armarios se asemejan a un prisma. Analizamos las caras del prisma rectangular y cada uno va adaptando esta forma a sus necesidades. Medir y recortar bien nos garantiza mejores resultados. En el proceso de trabajo se van encontrando con variados problemas a los que van dando solución con ingenio. Para pegar cada cara deben de dejar una pestaña para sujetarlas. La solución de bisagra también parece útil para dejar unidas las diferentes partes.

Por ahora este es el trabajo previo que hemos realizado. Ya os contaremos  más sobre estas maquetas tan personalizadas que retomaremos al comienzo del siguiente trimestre.

Ana Martín

 

CERÁMICA EN LA ESCUELA

He titulado esta entrada como cerámica. Quizás hubiera sido más acertado titularla: «No solo es cerámica, son historias». Observando sus producciones, puedo ver el anhelo de Alex porque algún pájaro decida refugiarse en la casita de aves que él hizo. Me imagino a Raúl jugando con sus compañeros en el tablero en blanco y negro. No se si llamarlo de ajedrez porque me comenta que es un juego que ha inventado. Puedo ver a María depositando sus lápices de colores en el lapicero que hizo con tanto esmero o a Samuel buscando un sitio en la estantería para poner la escultura de su jugador favorito.

Así podría seguir hasta completar los trabajos de todos los alumnos, los de quinto curso y los de sexto. Detrás de cada pieza cerámica hay una historia, un porqué o un para qué que hizo posible esa creación.

 

En muchas ocasiones os he hablado del proceso por el cual la arcilla se convierte en cerámica. Es un proceso largo que nos puede llevar más de un mes el completarlo. Una vez elaboradas las piezas, se tienen que dejar secar para después meterlas en el horno cerámico y cocerlas a 980ª C .

Posteriormente se esmaltan con pigmentos o esmaltes cerámicos y volvemos a cocerlas en el horno.

Vivimos en un modelo de sociedad que prioriza la rapidez, la falta de tiempo, la inmediatez de los procesos y el bombardeo de información (la tecnología nos ayuda a ello). De manera generalizada los ritmos diarios son rápidos, la utilidad de las cosas tiene fecha de caducidad, lo que no nos gusta lo modificamos  en el acto; como yo digo, lo tiramos rápidamente a la papelera y lo reemplazamos con facilidad.

Reflexionando sobre el tema, todavía  me sorprende el hecho de que los niños disfruten y tengan en su mente que trabajar con la arcilla es su actividad favorita a nivel plástico. ¿Cómo un material que está en las antípodas de la rapidez, puede ser el elegido?

Para conseguir un buen acabado en una pieza cerámica son muchos los factores que hay que tener en cuenta: humedad, grosor, amasado, agrietado, pegado… Hay que prestar atención a los requisitos de la técnica para que las piezas no estallen en el horno. En el proceso de trabajo tienen que estimar el todo y las partes de cada pieza y valorar la mejor opción para resolver el trabajo con garantía  y que no se rompa. Luego viene el proceso de espera para que el horno decida qué pieza se salva o cual se rompe.

Sigo con mi reflexión y me pregunto ¿Quizás el ser humano necesite aquello que lo enlace a lo más primitivo? ¿Que lo devuelva por instantes, a los procesos pausados, a las actividades que lo enraícen con lo primigenio? Este mundo de la rapidez, tan estimulante, que ofrece recompensas inmediatas, contrasta con lo que sucede en el aula mientras modelamos la arcilla. Necesitamos ir con calma, paso a paso, los resultados no son inmediatos.

Estoy convencida que el modelado de la arcilla les provee de una serie de habilidades que les ayudan a concentrarse en la tarea, a tolerar la frustración ( las piezas se rompen), a alcanzar unos objetivos a largo plazo. Esta tarea también les pone límites que les ayudan a predecir el resultado, a adaptarse a la técnica y regular su actuación para conseguir que sus piezas  salgan bien del horno.

Me complace esta actividad de la que tanto disfrutan nuestros alumnos y más, si con ello estamos potenciando habilidades ejecutivas de tipo superior como el pensamiento creativo, la resolución de problemas ( en este caso técnicos), la toma de decisiones ( qué hago y cómo lo hago) y hacer frente a las diferentes emociones que provoca el proceso de transformación cerámica  y, que al parecer, triunfan las positivas.

Ana Martín

EL COLOR, LAS FORMAS, LA COMPOSICIÓN

 

El trabajo que realizamos en primero relacionado con el color comprende varias partes.

  • Trabajamos con los colores primarios y secundarios. Los alumnos realizan las mezclas con los primarios, de forma que experimentan la transformación de los colores.

 

  • Los colores los aplican con pincel sobre bases que son formas geométricas: rectángulos, cuadrados, triángulos y círculos. Algunas de ellas las tienen que recortar. En el recortado les pedimos precisión para que no se deformen y sus contornos estén bien delimitados.
  • La última parte surge en ese momento que están recortando. Las formas geométricas van ocupando el espacio de las mesas y de manera  instantánea los alumnos comienzan a hacer composiciones. Las formas coloreadas despiertan su inventiva y les van surgiendo diferentes ideas que vamos fotografiando.
  • Esta actividad comienza de forma individual. Les animamos para que trabajen en equipo de manera que al compartir las formas disponen de más material y pueden surgir nuevas ideas.
  • Finalizamos este trabajo con una composición por cada grupo. Eligen entre todos cual va a ser el diseño final que dejaran fijado a unas cartulinas ( Los trabajos que muestro al principio de la entrada).

El trabajo compartido en estas edades, a veces no resulta tan fácil. Hay que exponer ideas y consensuar qué se va a hacer. El hecho de » jugar»  sobre la mesa, propicia que todas las ideas puedan tener cabida. También tienen que compartir con el resto de los grupos el material de que disponen.

Nos lleva varias sesiones completar esta actividad, pero merece la pena ya que a través de ella los alumnos manipulan y experimentan muchos conceptos que formarán parte de otras actividades que abordaremos más adelante.

Ana Martín