Archivo de la categoría: 6º EPO

CERÁMICA

Los grupos de 3º, 5º y 6º han trabajado durante este trimestre con arcilla. La realización de todo el proceso es un trabajo lento. Los alumnos en una primera sesión modelan la arcilla. Los trabajos realizados tienen que secarse a temperatura ambiente  antes de poder cocerlos por primera vez en el horno. Pasada esta fase, los alumnos proceden a esmaltar los trabajos que nuevamente se han de cocer en el horno cerámico a 980º de temperatura, tienen que pasar unas quince horas antes de poder abrir el horno tras la cocción.

Entre el proceso de modelado de la arcilla y el proceso final con la doble cochura deben de pasar muchos días. Los alumnos saben lo que la técnica cerámica requiere, aun así de vez en cuando me preguntan por sus trabajos. ¿Qué actividad de la que realizamos en la actualidad requiere tanto tiempo para ver los resultados? ¿Cuántos procesos necesitan del poso de nuestra paciencia?. Sin duda la realización de piezas cerámicas requiere de tiempo y paciencia.

Hay otro aspecto que aporta como valor añadido. Es el horno el que va a evaluar si una pieza está realizada adecuadamente. Los trabajos estallan en el horno si no se ha amasado bien la arcilla o  si se han dejado zonas con burbujas de aire.  Paulatinamente los alumnos van a ir atendiendo a los requisitos de la técnica para que sus trabajos resistan el paso por el horno.

En esta ocasión ha habido una gran cantidad de roturas. Los alumnos de sexto trajeron bocetos dibujados de lo que querían hacer, apostaron alto. Seguiremos trabajando el próximo trimestre.

El momento de ver sus trabajos terminados es espectacular, siempre los reciben con gran asombro.

Ana Martín

CÍRCULO CROMÁTICO

En el grupo de sexto hemos trabajado el color realizando el círculo cromático. La percepción de las cualidades tonales necesita ser entrenada. A lo largo del curso son muchos los trabajos en los que los alumnos deben aplicar el color, algunas actividades como ésta lo tienen como protagonista.

Cuando el objetivo principal es el obtener otros colores, les gusta experimentar los cambios de las mezclas, asombrarse con las múltiples posibilidades que penetran en su mirada.  La experiencia se transforma en cauce de  afectos, en vehículo de  percepciones. Aún así esta dinámica visual acabaría siendo limitada sin el análisis y la reflexión.

Partiendo de los colores primarios, pretendemos que los alumnos de sexto sepan qué colores deben mezclar y qué cantidad deben usar para obtener otro color o una tonalidad. La mezcla de colores es un ejercicio, casi de laboratorio. Mientras sucede deben  hacer un análisis de las cantidades que necesitan para cada mezcla, aprenden a clasificarlos según su tonalidad. Esta tarea más cercana al planteamiento científico, consigue resultados cada vez más satisfactorios.

Los alumnos siempre que trabajan con el color se sumergen de lleno en la experiencia y la disfrutan.

Ana Martín

OTOÑO

La semana pasada celebramos en el colegio la fiesta del otoño. El grupo de quinto se encargó de hacer el cartel para anunciar la fiesta.

El grupo de primero y segundo ilustraron, en clase de artística, las adivinanzas y las greguerías con las que se presentaron al encuentro literario.

Los grupos de tercero y cuarto dibujaron hojas, frutos  y paisajes. Estos trabajos adornaron sus clases y los corchos de la entrada.

El grupo de sexto ilustró escenas de los romances que cantaron en el encuentro literario. Quinto se animo con la cartelera e hicieron varios carteles para situarlos en los corchos.

Y por supuesto también pintaron hojas. La caída de las hojas de los árboles es un hecho muy significativo en otoño. Aprovechamos la ocasión para pintarlas de diferentes maneras.

Fue un día fabuloso en el que disfrutamos de todo lo que cada grupo había preparado para la ocasión.

¡Buen Otoño!

Ana Martín

ARTE EN LA NATURALEZA

La naturaleza es una extraordinaria fuente de recursos. En el área de artística aprovechamos el potencial estético de nuestro bello jardín. Tras la visualización de diversas obras de Art Land, la propuesta para los alumnos de sexto comienza con otra forma de mirar. Debían de buscar las cualidades estéticas de los diversos elementos naturales que nos ofrece el entorno del jardín, observar colores, texturas y recopilar elementos con los que hacer un montaje visual .

Fue una jornada lúdica para ellos. Algunas de sus  intervenciones sufrían constantes modificaciones que se plasmaban con una foto.

Hemos hecho algunos retoques de color, tono y saturación en los resultados fotográficos de sus intervenciones para añadir un efecto mas vistoso.

Formas, texturas, colores, olores, elementos, pasaron a formar parte de una experiencia en la que se materializó la sinergia de todos los sentidos. Sin duda, a partir de ahora, el potencial estético de los elementos naturales  formará parte de sus vivencias.

Ana Martín

AUTORRETRATO

Como todos los años, al comienzo de curso realizamos el autorretrato. Uno de los objetivos de esta actividad es el dibujo del rostro humano. Les pedimos a los alumnos que la imagen que dibujen se parezca a ellos, deben hacer un esfuerzo para dibujar un rostro diferente a los personajes que suelen dibujar. Los más pequeños pasan un rato mirándose al espejo reconociendo sus características físicas.

 

Sus planteamientos gráficos van evolucionando a lo largo de los cursos de primaria. Ensayan diversas formas de hacer las diferentes partes del rostro. Lo más difícil es hacer la nariz, por eso muchos de ellos la omiten.

Tengo una carpeta donde cada curso voy guardando sus trabajos. Cuando llegan a sexto les devuelvo sus autorretratos. El fruto del trabajo y de su evolución queda plasmado en una composición que les demuestra que ha valido la pena el trabajo de cada año.

Con todo lo que os he referido abordamos la parte de la técnica, aquella que nos lleva a poder dibujar un rostro humano. Pero esta experiencia tiene otro trasfondo, quizás tan interesante e incluso más inquietante que es el autoconocimiento.

Reconocer  y aceptar nuestras características físicas es una tarea que a lo largo de los años va tomando diversas connotaciones. En el primer curso la actividad fluye sin problema. En segundo les pedimos que completen el trabajo con una descripción de cómo son ellos, sus gustos, sus preferencias, sus miedos…

Integrar nuestro exterior y nuestro interior no es tarea fácil en este camino del autoconocimiento. Cuando al grupo de sexto les reparto los trabajos que hicieron y les voy leyendo lo que escribieron, es sorprendente cómo transcurridos cuatro años desde entonces, la mayoría se reconocen.

Quizás como consecuencia de ser más conscientes de sí mismos, cada año les surgen más inseguridades. Tercero es un curso intermedio en el que alternamos estados de aceptación y de negación de lo que somos. Si no acepto mi color de piel no lo pinto y si estoy inseguro mi trazo será muy tenue.

A partir de cuarto, comienzan una etapa en la que quieren que sus dibujos se parezcan a la realidad. Aportarles una foto de su rostro atenúa las inseguridades.

En quinto antes de comenzar dibujaron sus miedos, como un acto de soltarlos en el papel.

Potenciamos la actividad con la realización de la simetría de una parte del rostro.

 

En sexto curso se produce una explosión de emociones. En primer lugar cuando les tomo las fotos, necesitan comprobar que han salido bien en ellas. Y luego cuando se las reparto muchos las ponen boca abajo y  comienzan a ponerse defectos.

» La foto de un instante, no nos representa» , les digo para calmarles. «No vamos por la vida con cara de fotografía. Somos también la forma como nos expresamos, como sonreímos, como gesticulamos…» Estas reflexiones les calma  y se ponen a trabajar afrontando el miedo de no hacerlo con las expectativas que ya tienen a esta edad.

Cuando acaban les reparto unos acetatos para que dibujen el otro de sus compañeros. Esto les relaja y les divierte.

Es como si dejáramos el espejo en el que hasta ahora nos habíamos mirado y mirásemos al otro.  «Dejar los espejos, mirad los cristales» Es muy significativa  esta frase que escuché en una canción. El camino del autoconocimiento es una tarea imprescindible, pero  ese camino no estaría completo sin tener en cuenta al otro y más en estas edades en las que lo que reflejan los demás de mí, y lo que reflejo yo en los demás, es determinante en el desarrollo de la autoestima.

En tercero quisimos dar un paso en esta dirección.  Cada alumno eligió a otro de la clase que no  conocía bien y por lo tanto le gustaría conocer. En el espejo convertido en cristal aparecería el rostro de ese compañero o compañera. Hicieron una composición reflejando esta situación.

Ana Martín