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ÁRBOLES Y SECADEROS. PAISAJE DE LA VEGA

Los alumnos de cuarto han estado realizando dibujos a carboncillo. Árboles de otoño, secaderos, paisajes de la vega. Con todo ello han practicado el dibujo realista teniendo en cuenta las zonas de luz y de sombras a través de la escala de grises.

Les ha encantado todo el proceso del dibujo, han trabajado muy motivados, sabiendo que tras el esfuerzo tendrían un resultado satisfactorio. Analizamos los diferentes tipos de construcciones de secaderos y sus características y la forma de dibujar Sierra Nevada al fondo del paisaje. Surgieron cuestiones de perspectiva que abordamos de forma individual, profundizaron sobre la aplicación de las sombras y la zonas de luz, necesarias para que el dibujo tenga un aspecto más realista.

¡Buen trabajo!

Ana Martín

OTOÑO

La semana pasada celebramos en el colegio la fiesta del otoño. El grupo de quinto se encargó de hacer el cartel para anunciar la fiesta.

El grupo de primero y segundo ilustraron, en clase de artística, las adivinanzas y las greguerías con las que se presentaron al encuentro literario.

Los grupos de tercero y cuarto dibujaron hojas, frutos  y paisajes. Estos trabajos adornaron sus clases y los corchos de la entrada.

El grupo de sexto ilustró escenas de los romances que cantaron en el encuentro literario. Quinto se animo con la cartelera e hicieron varios carteles para situarlos en los corchos.

Y por supuesto también pintaron hojas. La caída de las hojas de los árboles es un hecho muy significativo en otoño. Aprovechamos la ocasión para pintarlas de diferentes maneras.

Fue un día fabuloso en el que disfrutamos de todo lo que cada grupo había preparado para la ocasión.

¡Buen Otoño!

Ana Martín

PALMATORIAS DE LUZ

La realización de estas palmatorias en arcilla negra, supone un minucioso trabajo que hemos venido realizando a lo largo de este mes con los alumnos de cuarto.

El día 31 de Octubre se celebra la víspera de todos Los Santos. Tratamos de dar una alternativa más cercana a nuestras tradiciones.

Hacemos una pequeña asamblea donde hablamos de los hechos naturales que acontecen por estas fechas. En pleno otoño, las cosechas estaban  ya recogidas y los frutos esperando a ser recolectados y conservados para pasar el próximo invierno. Este ambiente se vivía, en el medio rural, hace ya algunos años. Nuestros alumnos nos miran con extrañeza cuando les contamos que en cada estación comíamos de lo que había, de los productos locales, Muchas de las frutas que en la actualidad tenemos durante todo el año en el supermercado, antes no las había. El otoño nos sabía a carne  de membrillo, a jugo de granada,  a castañas asadas y a boniatos con canela. El ambiente olía a chimeneas encendidas,  a la cera quemada de la velas y al peculiar aroma de los crisantemos.

La tierra descansaba y nos preparábamos para pasar el invierno, los días se iban acortando. Durante el equinoccio de otoño sucede que el día y la noche se equiparan, hasta que paulatinamente la noche gana en horas al día.

En estas fechas, cuando la luz y la oscuridad se echan un pulso, es momento de recordar a los seres queridos que han abandonado este mundo. Les ofrecemos flores y velas encendidas para iluminar su tránsito hacia otra vida. De pequeños acompañábamos a nuestros padres en todas estas tareas y en cierta medida íbamos integrando en nuestras mentes el ciclo de la vida y la muerte. Además como pequeños fantaseábamos y nos afloraban de forma desmedida muchos de los miedos que durante el año nos acompañaban. Era una gran oportunidad para mirarlos de frente y superarlos.

Les pedimos a los alumnos que dibujen sus miedos

Banalizar todos estos acontecimientos y centrarlos solo en la parafernalia importada del disfraz de terror, es alejarnos de nuestras costumbres ancestrales y alejarnos de la intimidad y recogimiento con el que nuestros padres y abuelos vivían estas fechas. Es un momentos idóneo para  trabajar con nuestros hijos  la parte emocional  para que entiendan que morir forma parte de la vida. Comparto con vosotros  un artículo que hace referencia a este tema.

https://elpais.com/mamas-papas/familia/2022-10-27/silvia-alava-psicologa-somos-muy-hipocritas-celebramos-halloween-y-nos-disfrazamos-pero-no-hablamos-de-la-muerte-con-los-ninos.html

El viernes, los alumnos de cuarto vinieron vestidos de negro , con sus medallones al cuello. Su tutor os contará cómo vivieron esta jornada.

¡Buen Día de todos Los Santos !

Ana Martín

AUTORRETRATO

Como todos los años, al comienzo de curso realizamos el autorretrato. Uno de los objetivos de esta actividad es el dibujo del rostro humano. Les pedimos a los alumnos que la imagen que dibujen se parezca a ellos, deben hacer un esfuerzo para dibujar un rostro diferente a los personajes que suelen dibujar. Los más pequeños pasan un rato mirándose al espejo reconociendo sus características físicas.

 

Sus planteamientos gráficos van evolucionando a lo largo de los cursos de primaria. Ensayan diversas formas de hacer las diferentes partes del rostro. Lo más difícil es hacer la nariz, por eso muchos de ellos la omiten.

Tengo una carpeta donde cada curso voy guardando sus trabajos. Cuando llegan a sexto les devuelvo sus autorretratos. El fruto del trabajo y de su evolución queda plasmado en una composición que les demuestra que ha valido la pena el trabajo de cada año.

Con todo lo que os he referido abordamos la parte de la técnica, aquella que nos lleva a poder dibujar un rostro humano. Pero esta experiencia tiene otro trasfondo, quizás tan interesante e incluso más inquietante que es el autoconocimiento.

Reconocer  y aceptar nuestras características físicas es una tarea que a lo largo de los años va tomando diversas connotaciones. En el primer curso la actividad fluye sin problema. En segundo les pedimos que completen el trabajo con una descripción de cómo son ellos, sus gustos, sus preferencias, sus miedos…

Integrar nuestro exterior y nuestro interior no es tarea fácil en este camino del autoconocimiento. Cuando al grupo de sexto les reparto los trabajos que hicieron y les voy leyendo lo que escribieron, es sorprendente cómo transcurridos cuatro años desde entonces, la mayoría se reconocen.

Quizás como consecuencia de ser más conscientes de sí mismos, cada año les surgen más inseguridades. Tercero es un curso intermedio en el que alternamos estados de aceptación y de negación de lo que somos. Si no acepto mi color de piel no lo pinto y si estoy inseguro mi trazo será muy tenue.

A partir de cuarto, comienzan una etapa en la que quieren que sus dibujos se parezcan a la realidad. Aportarles una foto de su rostro atenúa las inseguridades.

En quinto antes de comenzar dibujaron sus miedos, como un acto de soltarlos en el papel.

Potenciamos la actividad con la realización de la simetría de una parte del rostro.

 

En sexto curso se produce una explosión de emociones. En primer lugar cuando les tomo las fotos, necesitan comprobar que han salido bien en ellas. Y luego cuando se las reparto muchos las ponen boca abajo y  comienzan a ponerse defectos.

» La foto de un instante, no nos representa» , les digo para calmarles. «No vamos por la vida con cara de fotografía. Somos también la forma como nos expresamos, como sonreímos, como gesticulamos…» Estas reflexiones les calma  y se ponen a trabajar afrontando el miedo de no hacerlo con las expectativas que ya tienen a esta edad.

Cuando acaban les reparto unos acetatos para que dibujen el otro de sus compañeros. Esto les relaja y les divierte.

Es como si dejáramos el espejo en el que hasta ahora nos habíamos mirado y mirásemos al otro.  «Dejar los espejos, mirad los cristales» Es muy significativa  esta frase que escuché en una canción. El camino del autoconocimiento es una tarea imprescindible, pero  ese camino no estaría completo sin tener en cuenta al otro y más en estas edades en las que lo que reflejan los demás de mí, y lo que reflejo yo en los demás, es determinante en el desarrollo de la autoestima.

En tercero quisimos dar un paso en esta dirección.  Cada alumno eligió a otro de la clase que no  conocía bien y por lo tanto le gustaría conocer. En el espejo convertido en cristal aparecería el rostro de ese compañero o compañera. Hicieron una composición reflejando esta situación.

Ana Martín

CUADERNO DE ARTISTICA

«Estamos en casa y tenemos vehículo para viajar en esta nueva singladura». Estas imágenes realizadas por un niño de segundo me han parecido muy simbólicas para representar este inicio de curso.

Comenzamos este nuevo curso con una actividad que cada año es más significativa para los alumnos, la realización del cuaderno de artística.

Este cuaderno lo realizamos en clase, renovándolo cada año con una nueva portada realizada  por ellos y nuevas hojas. De esta manera los alumnos intervienen en su confección y lo personalizan. Lo convierten en un espacio de libre creación que les va a acompañar en cualquier momento de tiempo libre y en las clases de artística.

Este cuaderno siempre está en clase, se que algunos se lo llevan casi a hurtadillas pero con el compromiso personal de traerlo a clase al siguiente día.

Muchos ya han comenzado a usarlo en los momentos de patio.

Para los adultos, cuando oímos a nuestros hijos comentar que tienen un cuaderno de artística, la imagen estereotipada de cuaderno es otra. Quizás imaginemos un cuaderno donde ordenadamente los alumnos van realizando distintas técnicas de dibujo guiadas por la maestra. Nada más lejos de  nuestro planteamiento. Esas técnicas las iremos desarrollando a lo largo de la etapa, unas veces como tema base, otras como apoyo para desarrollar otras ideas.

Este cuaderno es un espacio, como dije anteriormente, de libre creación. Un lugar donde cada alumno pueda expresar de manera gráfica cualquier imagen, idea o sentimiento que pase por su mente. Sus producciones pueden tener la forma de dibujo acabado o ser sólo bocetos.Los bosquejos trazados tras una idea, debemos integrarlos y validarlos  como parte del proceso, son propios de la tarea. De esta manera, incorporamos el término de boceto en nuestro lenguaje y entendemos que el ensayo no es un fracaso, es parte esencial del aprendizaje. Por otro lado, desbancamos  el mito de la mano movida como por arte de magia y validamos el  trabajo, el esfuerzo y la perseverancia.

Es por esto que el cuaderno de artística  siempre debe estar en el aula,  alejado de la mirada del adulto. Un trazo azorado, carente de sentido para nuestra mirada, puede responder a un estado de ánimo, a un instante de osadía, a un momento compartido con el compañero. Debemos tener paciencia y no juzgarles, ya se juzgan ellos mismos y muchos son implacables. Lo realmente importante es que puedan fluir, que sus ideas broten con facilidad tanto en su forma manual como mental.

Todo este proceso es largo, unas veces más fructífero que otras, pero de lo que estoy convencida es de que si se sienten juzgados, este impulso creativo dejará de fluir.

Renovando las hojas del año pasado me encuentro con algunos dibujos que os comparto.

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¡Bienvenidos de nuevo!

Ana Martín