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EL COLOR

En esta sesión de trabajo, los alumnos de tercero han realizado una rueda de color para recordar los colores primarios y secundarios. Más que rueda fue una flor de seis pétalos, resultante de dividir el círculo en seis partes.

Durante el curso, en clase con Juanjo, habían practicado con el compás y nos pareció una bonita idea llenar de color esa flor cuya realización ya dominaban.

Tras completar la flor con los colores primarios y secundarios, algunos se lanzaron a practicar con los colores que habían utilizado.

El tema del color lo abordamos cada año. Los alumnos van ampliando su dominio en la realización de los colores usando siempre los primarios. Con cada práctica conseguimos un avance en cuanto a la cantidad necesaria de uno u otro color para obtener el que deseamos.

La experiencia del color es una herramienta que apoya al contenido de la obra (imaginada, construida, dibujada), supone un vínculo entre las ideas iniciales y el trabajo ultimado. Tiene la cualidad de ser un canal sensorial que genera multitud de estímulos sugerentes, capaces de producir multitud de afectos e influencias en quien los percibe. Los alumnos siempre viven con gran disfrute las sesiones donde manejan el color.

Ana Martín

CÓMIC Y TEBEOS

El grupo de tercero ha estado haciendo un cómic en clase con Juanjo.

En Artística, apoyamos esta actividad e introducimos a los alumnos en la iconografía de  los tebeos, concretamente con la 13 Rue del Percebe de Francisco Ibáñez.  La primera publicación se hizo en la revista Tío Vivo en 1961. Les comentamos que la palabra tebeo, se generalizó en España para denominar las revistas de historietas ilustradas. Deriva de una revista infantil de historietas y chistes dibujados T.B.O.  que se publicó en Barcelona  desde 1917 hasta 1998 y que tuvo gran importancia en la historia del cómic español. 13, Rue del Percebe  es una macroviñeta que ocupa una página, dividida a su vez en viñetas no secuenciales, y que muestra en clave de humor un edificio de apartamentos y la comunidad que lo habita. Nos es grato comprobar cómo Irene sabe de este Tebeo y controla quien vive en cada piso.

Buscando información me sorprende comprobar que el régimen de aquella época, montó en cólera ante el personaje que vivía en el segundo derecha, «el científico loco que se dedicaba a crear monstruos horripilantes», con el argumento de «solo Dios puede crear vida».  Debido a la presión, Ibáñez fue obligado por la censura a retirar dicho personaje, lo que motivó el único cambio de inquilino en toda la historia del 13, Rue del Percebe. ¡Dónde queda el sentido del humor! ¡Los actuales robot humanices y los cyborg también hubieran sido censurados! ¡Impensable en la actualidad!

Nuestros alumnos de tercero sí tienen sentido del humor e inventiva. Se agruparon en parejas y disfrutaron con esta actividad.

Trabajaron desarrollando su imaginación, proyectando a sus personajes en situaciones varias. Os muestro las demás viñetas para que podáis leer los diálogos.

Completamos esta sesión con el dibujo de distintos personajes del cómic universal: Mafalda y Libertad, Odis del granadino Sergio García, Leo Verdura, el profesor Tornasol, el profesor Bacterio, Lucky Luke, Filemón.

Dibujaron también algunos bocadillos con onomatopeyas.¡Les encanta! ¡Eso de representar el ruido es muy divertido!

Ana Martín

EL MOVIMIENTO A TRAVÉS DE K. HARING

Nos inspiramos en el artista estadounidense Keith Haring, para crear personajes en movimiento. En estas edades, aún es muy común el dibujo de figuras estáticas. Cuando dibujan, no tienen en cuenta las acciones y el cambio de posición facilitado por las articulaciones.

Estas figuras sencillas, se convirtieron en su época en auténticos iconos cargados de simbología y aún en nuestros días están vigentes pues hablan de amor, amistad, familia… y acciones intrépidas que tanto les gustan ( cabalgar a lomos de un delfín o volar en monopatín). Nuestros alumnos comienzan tímidamente con la obra de Haring y, poco a poco, se animan a dibujar sus propias creaciones.

Decoramos con texturas visuales para que el coloreado no les canse. La obra de este artista les resulta cercana a sus propios trazos, la simplicidad de la línea, les anima a producir múltiples personajes. Seguiremos trabajando el movimiento.

Hemos expuesto los trabajos en la cristalera de la clase, de esta manera nos acompañarán y los tendremos como referentes.

Ana Martín

MODELADORES DE VIDA. NENDO DANGO

Los alumnos de primero y tercero han participado en una experiencia que aúna el modelado y el Nendo Dando, una técnica japonesa, para enclaustrar semillas en arcilla y compost.

Trabajamos en una zona del huerto donde habilitamos dos mesas. Los alumnos de primero trabajan con arcilla negra. Tras aplastar la arcilla y realizar una torta, proceden a recubrirla de compost encima del cual ponen las semillas: caléndula, comino negro y macasar.

En el siguiente paso, procedemos a formar una bola y a modelar un pequeño animalito: ratón, erizo, tortuga…

Nos dirigimos al sitio del jardín donde las vamos a ubicar. Cada alumno coloca su obra entre los arbustos y las camuflan debajo de hojas secas. Esperemos que la germinación tenga éxito.

TERCERO

En tercero trabajamos con arcilla roja. Preparamos las tortas en las mesas del patio y después nos dirigimos al jardín para completar el proceso.

Usamos tierra de la compostera que tenemos en el jardín, la tamizamos para aprovechar el sustrato más fino. Esta tierra enriquecida servirá de primer alimento en el momento que la semilla germine.

Disfrutan del proceso de modelado y comienzan a surgir diferentes animalitos terrestres ¡incluso una medusa! Acabados los trabajos nos disponemos a situarlos en la zona elegida del jardín.

 

Estos contenedores de semillas adquirieron vida entre las manos de los alumnos, mientras los modelaban y de camino al jardín parecían seres animados entre sus manos. Puede ser que cuando llueva o se riegue el jardín, esa vida recreada se transfiera a la semilla que aguarda el momento justo y las condiciones adecuadas para crear una nueva existencia.

Ana Martin

MODELADO DE ARCILLA

¡Llegó, por fin, la tan ansiada sesión de arcilla! Los alumnos de tercero esperaban este momento con ilusión. Desde el pasado curso no habían palpado su extraordinaria textura. La amasaban, la pellizcaban, la aplastaban, hacían bolas, churros, placas y volvían a empezar. Cuando pasaba a su lado me decían:  «es que estoy pensando qué voy a hacer». Puede ser, que se sintieran en la disyuntiva de tener que elegir entre acabar un objeto o seguir manipulando la arcilla.

¿Por qué este material es tan apetecible para los niños? La arcilla como material y la evolución de la cerámica han ido paralelas a la historia de la humanidad. Los primeros objetos modelados en barro aparecen  en el Paleolítico Superior; el material cerámico ha servido a los arqueólogos para  la datación y la clasificación de los hallazgos arqueológicos. Desde entonces, hasta nuestros días, cada cultura ha desarrollado técnicas cerámicas características. Los objetos cerámicos, en muchas culturas, han formado parte de su identidad cultural. Tal vez ese hilo conductor, tan antiquísimo, les atrae y les atrapa, conectando con la parte más primigenia.

Habíamos decidido trabajar en el exterior, hacía buena tarde. Salimos con un proyecto de grupo que, empezaron a olvidar, en cuanto tuvieron la arcilla entre sus manos.

Por mi parte dejé que la experiencia fluyera de esa manera. Necesitaban manosear la arcilla, experimentar sensaciones, fantasear con posibilidades,  proyectar un objeto, planificar su realización.

El trabajo de grupo consistía en realizar un recipiente con forma de cubo. Antes de salir al patio, cada alumno había realizado el plano de uno de los lados del recipiente que íbamos a hacer. Concluidos los trabajos individuales, se pusieron a realizar el trabajo grupal. Partiendo de placas, cortaron cada una de las caras del poliedro.

Para este trabajo hacían falta varias manos, mientras uno pegaba la arcilla, otro sujetaba, otro hacía un churro para las juntas o ayudaba en el alisado. Para concluir el trabajo, decoraron y rubricaron con sus nombres. Quedaron satisfechos de los objetos que habían creado.

Ana Martín