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CERÁMICA

El grupo de tercero trabajó con una arcilla que estaba muy blanda. Para poder manejarla, tuvieron que amasarla repetidas veces hasta conseguir que estuviera maleable.

¿Por qué se me queda pegada en las manos?. Nosotros solemos reciclar la arcilla, después de cada trabajo, guardamos la que nos sobra. Por lo general los trozos desechados, tras de ser manipulados, quedan muy secos; añadimos agua para recuperarla.

A los alumnos les encanta «hacer barro» con la arcilla, suelen añadir demasiada agua cuando la manipulan, en esta ocasión tuvieron que revertir su estado. Experimentaron los inconvenientes de la excesiva humedad; aún así se atrevieron a hacer cuencos a base de churros y algunos objetos delicados.

El esmaltado es un proceso que les encanta, algunos probaron a bañar su pieza en el esmalte, aunque a ellos les gusta más la aplicación con pincel.

Ana Martín

MIRADAS

Estas fotos son el resultado de la reacción espontánea, que tuvieron los alumnos cuando les mostré las fotos que les había hecho.

La mayoría de las fotos, correspondían a ojos de los alumnos de la clase de tercero, algunas eran de alumnos de otros cursos.

Al comenzar la clase, repartí las fotos aleatoriamente,  de manera que cada uno tuviese una. Debían adivinar a quién correspondía el ojo que les había tocado y después dibujarlo. La expectación se propagó entre ellos, querían saber qué ojos les habían tocado a sus compañeros, cómo estarían con los ojos de otro,  tuvieron dudas sobre a quién correspondían algunos ojos ( algunas fotos no eran de ellos); compartieron emociones varias.

Sosegado el clima de euforia, se pusieron a dibujar. Cada uno dibujó al menos tres ojos, bien los suyos o de algunos compañeros. Posteriormente hicieron un póster con todos los dibujos.

Observaron, compararon, distinguieron partes del ojo; objetivo cumplido: dibujar ojos reales.

Cuando dibujan espontáneamente, tienden a dibujar un tipo de ojos estereotipado, un puntito, tipo cómic;  es muy lícito y válido que hagan todo tipo de ensayos. Es en la realización del autorretrato, cuando observé que su imágen difería poco de los personajes que suelen dibujar.

En concreto los ojos, estaban representados por un punto dentro de un círculo, en los dibujos de los niños y en cuanto a las niñas, los dibujaban con una especie de reflejos, tipo manga.

Con esta actividad indagamos en otras alternativas, sobre todo si se trata de dibujar ojos de personas reales. Seguiremos ensayando.

Ana Martín

SI YO FUERA…

Cuando los alumnos entran en clase, se encuentran, encima de la mesa, unas papeletas donde hay escrito el nombre de una profesión, deben elegir una de ellas. Planteamos una sesión de dibujo bajo el enunciado: Si yo fuera…, queremos que, en esta ocasión,  los alumnos dibujen personajes diferentes a los que suelen dibujar con relativa frecuencia: las chicas hadas y los chicos coches o monstruos.

Aunque los personajes se alejaban de estos estereotipos, ellos y ellas consiguieron adaptar sus dibujos, así algunos personajes derivaron en bailarinas y otros en personajes militarizados. Muchos me pidieron permiso para cambiar el personaje por otro diferente o bien cambiarlo de género.

Los chicos dibujan personajes masculinos  y las chicas dibujan personajes femeninos. Observo que, las féminas se sitúan en roles socialmente desempeñados por la mujer: escritora, músico, directora de cine, bailarina, vendedora, peluquera. Los hombres desempeñan papeles socialmente asignados al hombre: presidente, explorador, militar, investigador…

¡Misión casi imposible esta de hacerles cambiar sus planteamientos!

Ana Martín

AUTORRETRATO

El dibujo del autorretrato se realiza, en el grupo de cuarto, partiendo de una foto de cada alumno. Enfrentarse a su propia imagen pone tensos a algunos alumnos.

En ese intento de aceptación de lo que hacen,  repiten el dibujo hasta que les satisface el resultado. Otros abordan la tarea más relajados, con relativa naturalidad.

El grupo de tercero realiza el trabajo sin tener una foto de referencia, algunos acuden a mirarse al espejo para ver las características de su rostro; aún así, la mayoría, resuelven el dibujo acudiendo a la forma en que ellos dibujan diversos personajes.

En este ciclo se hace patente que, la necesidad de acercarse a la realidad, se desarrolla en cuarto curso. Es precisamente esta necesidad interna, la que tensiona el hecho de dibujar su rostro. A partir de ahora, buscarán herramientas para hacer satisfactoria esa tarea.

Ana Martín

AUTORRETRATO

«Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.» Le decía Don Quijote a Sancho antes de ir a gobernar la ínsula Barataria  Cervantes, M. Don Quijote de la Mancha.

Uno de los trabajos  que abordamos durante el mes de septiembre es la realización del autorretrato. Las imágenes que os muestro, corresponden a los bocetos que hicieron algunos alumnos de quinto en la sesión del lunes. Cada nuevo curso, como una forma de presentarnos al resto de la comunidad educativa, dibujamos  nuestro rostro.

Con esta tarea abordamos varios objetivos:

  • El dibujo del rostro humano. El nivel madurativo de los alumnos, incorpora, cada año,  nuevas destrezas a la hora de dibujar las diferentes partes del rostro.
  • El conocimiento de nuestras características físicas,  nos ayuda en la tarea  de saber cómo somos.
  • Enfrentarse a las inseguridades y al propio juicio sobre nuestra imagen, posibilita paulatinamente la aceptación de sí mismo.

Don Quijote aclara que éste, el autoconocimiento, es el más difícil conocimiento que podamos imaginarnos.

El mundo de la Cultura Visual genera imágenes  globalizadas. Una hiperrrealidad apabullante, potenciada por los avances tecnológicos, nos inunda, e incide en nuestros pensamientos. Con la digitalización de la fotografía, la posibilidad de modificar imágenes está al alcance de todos. Nuestra capacidad de aceptación de lo real está siendo minada; las múltiples metamorfosis que producimos mediante el retoque fotográfico, nos hacen dudar entre lo real y lo manipulado-imaginado.

Otras tareas nos ayudarán a mirar nuestro interior, pero no hay que subestimar la aceptación de lo físico. Vivimos en una sociedad que nos induce, en la mayoría de sus producciones visuales, a tapar lo «feo», a minimizar las imperfecciones, a transformar la realidad. Nosotros con esta tarea tratamos de reproducirla y aceptarla.

En próximas entradas os mostraré el trabajo de los alumnos de primaria.

Ana Martín