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LA MEJOR PARTE DE MÍ

Los grupos de quinto y sexto han estado trabajando en una composición de texto e imágenes titulada: «La mejor parte de mí», basada en un trabajo de la artista Wendy Ewald.

Producen el texto en sesiones de trabajo con los tutores y en las sesiones de artística, organizamos el trabajo de composición, las fotos, la rotulación y los dibujos.

Además están trabajando el formato digital, que próximamente publicarán.

Como anticipo, os muestro en esta entrada, algunas imágenes que forman parte de sus  trabajos. En breve, podréis ver los trabajos completos. Quiero destacar la colaboración de PESK Y ZIVA que nos han ayudado con las fotografías.

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¡Bellas imágenes!

Los trabajos se encuentran expuestos en el aulario.

Ana Martín

DIBUJO LIBRE

Un jardín que me gusta mucho, yo tengo uno en mi casa.

El sol tiene gafas, hace viento y está lloviendo yo estoy dentro de la casa por el viento.

Yo , papá, mamá y hermana, las tres vamos a la piscina, papá coge una cerveza. Estamos en casa.

Una sopa de fideillos con patatas, servilleta, cubiertos y vaso de agua.

Un oso con muchas mascotas, vivía en la casa y fu al campo y se encontró un helado y una bola de fuego. El cerdo era su mascota.

Un gato volando y comiéndose una pizza. Un perro haciendo popó, El padre salió de excursión con la mochila,  era de noche.

Una casa, un árbol, flores, dos niñas hermanas un oso, el sol y el arco iris.

Hacía un buen día, yo y la reina. Salieron todas las hadas y cogimos flores. El perro sopló y volaron los dientes de león.

El castillo con flores.

Una sopa y dos pistolas, con ojos y hacía pipí. Estaba lloviendo.

Dos superhéroes: Cervatillo-man y Abeja-man, tenían que derrotar a Ola de moco. Protegían el huevo de Pascua, porque se lo comían y le daba fuerza. Lanzan un combo de fuerza suprema y murió. Unos villanos eran ayudantes de Ola de moco y murieron. «Fue un buen hombre», » me vengaré».

Yo me comí un huevo frito y en el aparcamiento, el camión se iba a chocar, me compré una caravana y me fui al castillo de Bea. Cené una pizza al lado de mi amigo Álvaro.

Una nave de Star Wars. Una planta carnívora se comía a los malos que venían a comerse la nave. El meteorito rojo.

Panel solar, un tobogán y llegas al tejado a arreglar las cosas.

Una torre con flores que echan veneno y la gente se muere cuando las tocan, hay pinchos venenosos en el tejado. Germán las cuidaba.

Un monstruo que no se le ve la cabeza. Remolinos de viento rápidos que matan a la gente. Uno se caía desde la escalera. Había agua, para no entrar al castillo y meteoritos. Nave disparando.

Monstruo que va hacia Fabio. Uno corriendo para que no se lo coma el monstruo.

Camión con granadas explosivas que atacaban el dibujo de Germán y yo disparando misiles. Alejandro era un dragón.

Una canica gigante, y el mar. Naves de Star Wars disparando.

Cuando los adultos miramos los dibujos de los niños, vemos diferentes elementos que, a veces reconocemos  y otras no. Repasamos algunos elementos con rotulador negro para hacerlos más visibles. Queremos que sean ellos quienes desvelen el entramado de sus historias y nos lo cuentan.

Mientras dibujan, surgen las ideas, crean escenarios donde hay seres a los que les suceden cosas; algunos de ellos comparten historias o elementos que interactúan.

NO SON SÓLO DIBUJOS, SON HISTORIAS

Ana Martín

SI YO FUERA…

Cuando los alumnos entran en clase, se encuentran, encima de la mesa, unas papeletas donde hay escrito el nombre de una profesión, deben elegir una de ellas. Planteamos una sesión de dibujo bajo el enunciado: Si yo fuera…, queremos que, en esta ocasión,  los alumnos dibujen personajes diferentes a los que suelen dibujar con relativa frecuencia: las chicas hadas y los chicos coches o monstruos.

Aunque los personajes se alejaban de estos estereotipos, ellos y ellas consiguieron adaptar sus dibujos, así algunos personajes derivaron en bailarinas y otros en personajes militarizados. Muchos me pidieron permiso para cambiar el personaje por otro diferente o bien cambiarlo de género.

Los chicos dibujan personajes masculinos  y las chicas dibujan personajes femeninos. Observo que, las féminas se sitúan en roles socialmente desempeñados por la mujer: escritora, músico, directora de cine, bailarina, vendedora, peluquera. Los hombres desempeñan papeles socialmente asignados al hombre: presidente, explorador, militar, investigador…

¡Misión casi imposible esta de hacerles cambiar sus planteamientos!

Ana Martín

LA PEOR SEÑORA DEL MUNDO

La semana pasada el tutor de quinto, Jose,  les leyó el cuento » La peor señora del mundo» de Francisco Hinojosa. Los alumnos no vieron las ilustraciones del cuento. Debían de imaginarse cómo era esta señora, mientras Jose leía el cuento, después la pintaron.

Tareas como esta aúnan la Literatura y la Ilustración, desde una perspectiva de creación  a partir de un relato escuchado por el alumno. Las ilustraciones ayudan a los niños a interesarse por el texto, cada ilustración cumple una función que debe ser decodificada por el lector. Las imágenes cuentan una historia paralela que va conformando buena parte de su  imaginario. La visualización de las imágenes aunarían algunos criterios a la hora de dibujar el personaje. Queremos comprobar, de esta manera, la diversidad a la hora de representar el personaje contando con la imaginación de cada uno de nuestros alumnos.  En este universo visual, lleno de imágenes que se nos presentan multiplicadas y gratuitas, es necesario desarrollar actividades en las que el alumno trabaje su imaginación.

Ana Martín

AUTORRETRATO

Comenzamos esta actividad, con una foto personal hecha con la tablet. Una vez ubicadas las fotos en las carpetas, la primera reacción de muchos alumnos, fue el retoque  de la fotografía que acababan de hacerse.

El retoque fotográfico, puede corregir errores de toma; con él editamos una imagen cambiando el brillo, la intensidad de la luz, contrastes, etc… En cambio, la manipulación fotográfica, mueve elementos de lugar, añade o quita otros (tersura de la piel, tonalidad, lunares, arrugas, reduce volúmenes); en definitiva,  convierte la realidad en una versión inventada que omite parte de la realidad y que trasmite patrones de perfección y belleza estandarizados.

Nuestros alumnos, nuestros hijos, reciben diariamente multitud de imágenes que se enmarcan en la  hiperrealidad, de ahí la excesiva preocupación por su  imagen.  Es el momento de ayudarles a canalizar sus miradas, de enseñarles a discernir entre lo que responde a una realidad y aquello que está manipulado o es un producto artístico. Y sobre todo, es necesario seguir apoyando su autoestima, la aceptación de sus peculiaridades, la valoración de sus diferencias, sin que sus posibilidades de bienestar estén asociadas a los mensajes prefabricados, a lo material o al éxito social.

Ana Martín