En el grupo de tercero hicimos una sesión para que los alumnos recrearan, con variados materiales a modo de collage, diferentes tipos de árboles.
Hojas, cartulinas, telas, cartón…cada alumno elige libremente cómo va a realizar su trabajo. Algunos optan por dibujar y completan la escena con animales.
Con este tipo de práctica los alumnos abordan una situación de libre creación, es un momento propicio para que sean ellos mismos los que organicen todo el proceso de su trabajo. La libertad de imaginar, crear o expresar de forma gráfica, les permite gestionar cada una de las fases, los materiales, las formas, la estética que reflejaran en sus trabajos. «El que tiene la capacidad de mover sus dedos con agilidad posee ideas y pensamientos flexibles y puede penetrar en la esencia de las cosas» R. Steiner
El proceso, todo lo que sucede mientras el niño trabaja y crea, es mucho más relevante que el trabajo final. Las inseguridades, los titubeos, el esfuerzo y las decisiones forman parte de la creación.
Algunos niños y con algunas actividades muy abiertas, sucede que se escudan en «A mí me gusta así «ante un trabajo con escasa elaboración. Sin coartarles su libertad de creación, les proponemos actividades que requieren más esfuerzo. Con ese objetivo, queremos ir más allá y en la siguiente sesión les proponemos salir al jardín a dibujar. Les animamos para que elijan un árbol para dibujarlo. En esta ocasión, deben poner su atención en el árbol elegido y tratar de reflejar, mediante el dibujo, todas sus características. Posteriormente colorean con lápices sus trabajos.
Trabajar en el jardín es muy gratificante. Aprovechamos estos días otoñales con temperaturas que están algo elevadas. La naturaleza es siempre una buena fuente de inspiración. La muda de hojas aún es incipiente y en muchos rincones predomina el color verde. El sol se filtra a través de la vegetación creando efectos espectaculares. Las arañas aprovechan encrucijadas donde tejen sus simétricos lienzos.
Ana Martín