En el grupo de segundo hemos tenido una sesión de dibujo sobre animales. Cuando hablamos de dibujo, nuestra tendencia general es que los alumnos creen sus propios diseños. El cuaderno de artística fue concebido, entre otras, con esa finalidad. Un espacio de creación y expresión individual donde los alumnos ensayan sin censura exterior. Apostamos por la libre creación y más en el primer ciclo de primaria donde la frescura de los trazos aún no está muy condicionada.
Paulatinamente debemos alternar la libre creación con diferentes métodos y poner a los alumnos en situaciones que les saquen de su zona de confort. Lo expreso así porque en el dibujo libre hay alumnos que repiten una y otra vez los mismos esquemas y ante cualquier sugerencia, responden: “porque me gusta así”. Saben que les vamos a respetar sus creatividad, que vamos a cuidar desmesuradamente sus propias ideas. Proponer otras alternativas no está reñido con el respeto a sus diseños originales.
En esta ocasión queremos que, para dibujar los animales que cada uno elija, se fijen en una imagen fotocopiada de dicho animal. Pretendemos que esa imitación suponga otro modo de aprendizaje que va a desarrollar en ellos otras estrategias. Va a incorporar detalles y formas en los que quizás no hubiesen pensado: dientes afilados, garras, tipos de ojos, plumas…La copia exige un esfuerzo de observación y de traslado de medidas visuales, imperceptibles, pero necesarias, si queremos que lo que estamos dibujando se parezca al original.
Al iniciar la propuesta, algunos muestran ciertas reticencias. Les animamos a que se tomen su tiempo de observación y les trasmitimos nuestra aceptación de lo que hagan.
Les ofrecemos acuarelas y lápices acuarelables para el coloreado. La extensión del color con un algodón mojado les encanta. En sus coloridos trazos, a veces desiguales, se produce la acción mágica y uniforme de la aplicación acuosa. Para ellos es una ocasión para experimentar, incluso con las mezclas cromáticas.
Ana Martín