Con la llegada del otoño se produce un efecto especial en la naturaleza, todo se prepara para la llegada del cambio que concluirá con el reposo del invierno. En nuestro colegio, inmerso en la Vega de Granada y rodeado de especies vegetales, podemos apreciar de manera especial la evolución de este ciclo estacional. Los árboles se desprenden de sus hojas en un acto de renovación y generosidad que alimentará el ciclo de la vida. Las aves respondiendo a su periodo de muda, se despojan de algunas de sus plumas. Los últimos frutos de temporada se afanan por madurar para ser recogidos o aprovechados antes de la estación invernal. Con todo este ciclo de renovación en marcha, el suelo de nuestro jardín nos ofrece una alfombra variada compuesta por infinidad de hojas, palitos semillas, pequeñas bayas, semillas, plumas… Los alumnos de primero han estado recogiendo algunos materiales. Después de su salida a la Vega, la mirada se les enfoca en aquellos elementos naturales que configuran el paisaje. Podemos hablar de paisaje a gran escala, pero existe un paisaje a vista de niños, cercano al suelo, rico en elementos y posibilidades.
Comenzamos depositando encima de las mesas el material que disponemos. Les animamos a observar la variedad de elementos e imaginar las diferentes posibilidades.
Con esta actividad de crear esculturas naturales, pretendemos estimular la imaginación y la inventiva de los alumnos. Nos ponemos como objetivo la creación de animales. Pueden ser inventados e incluir su hábitat en lo que hagamos. También caben otras posibilidades.
A través de la imaginación, ponemos en marcha la capacidad de nuestros alumnos para crear imágenes, ideas y procesos mentales que les lleven a convertir en esculturas, los materiales naturales que les mostramos.
Iniciada ya la tarea, damos paso a la creatividad como puesta en práctica de todo aquello que han imaginado, transformando la imaginación en realidad, construyendo, creando.
Mariquitas, serpientes, conejo, árbol, coche, caballito de mar, cangrejo, erizo, pato de carreras, también algunos barcos, arco con flecha, casa de totoro y, ¿porqué no? un mini titanic.
Los alumnos de primero han disfrutado de esta actividad que les ha permitido construir lo imaginado. En el proceso de crear han incorporado conocimientos, sensaciones y experiencias a través de materiales reciclados del mundo natural.
Ana Martín
¡Qué maravilla! El resultado es espectacular y se nota que han disfrutado del proceso. Vaya actividad tan bonita. ¡Muchas gracias!