El grupo de segundo ha llevado a cabo una serie de actividades que genéricamente les he denominado de «expresión».
Comenzamos con el dibujo del rostro mostrando diferentes emociones. Antes de comenzar, hablamos de las diferentes emociones que reconocemos en nosotros mismos y las causas que las motivan. Ansiedad, miedo, alegría, agobio, incertidumbre, preocupación, vergüenza… Hablar de las emociones que sentimos es liberador y nos damos cuenta que los demás también sienten sus propias emociones. El hecho de reconocerlas es fundamental, es el primer paso. Expresarlas y gestionarlas lleva más tiempo, siendo susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida.
Todos reconocemos la importancia de estos procesos en el desarrollo de la Inteligencia Emocional. Englobamos aquí una serie de habilidades, que nos van a servir de herramientas para la autogestión y para la interacción con los demás. Una parte de estas habilidades pueden venir configuradas en nuestro equipaje genético, y otras tantas se moldean durante los primeros años de vida. Trabajando las emociones primarias alcanzaríamos planos más complejos de habilidades como el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.
Otra de las actividades de expresión que hemos realizado ha sido a través del juego.
Comenzamos la sesión despejando el espacio de la clase, apartando mesas y sillas para lograr que el espacio sea propicio para los desplazamientos.
El estimulo del juego lo focalizamos en una historia que hace referencia a las acciones de la vida cotidiana. Expresamos con nuestro cuerpo la manera de levantarnos, cómo gesticulamos frente al espejo( sobre todo cuando nadie nos ve), imitamos los gestos de los compañeros…Continuamos la actividad con más dinámicas de interacción con los compañeros: modelando su cuerpo, creando estatuas…
Los alumnos participaron con entusiasmo interactuando entre ellos en un ambiente lúdico y creativo, donde afloraron gran cantidad de emociones positivas.
Terminamos la sesión con unas posturas de yoga sugeridas por los alumnos. ¡Son unos grandes expertos!
Ana Martín