Los grupos de 3º, 5º y 6º han trabajado durante este trimestre con arcilla. La realización de todo el proceso es un trabajo lento. Los alumnos en una primera sesión modelan la arcilla. Los trabajos realizados tienen que secarse a temperatura ambiente antes de poder cocerlos por primera vez en el horno. Pasada esta fase, los alumnos proceden a esmaltar los trabajos que nuevamente se han de cocer en el horno cerámico a 980º de temperatura, tienen que pasar unas quince horas antes de poder abrir el horno tras la cocción.
Entre el proceso de modelado de la arcilla y el proceso final con la doble cochura deben de pasar muchos días. Los alumnos saben lo que la técnica cerámica requiere, aun así de vez en cuando me preguntan por sus trabajos. ¿Qué actividad de la que realizamos en la actualidad requiere tanto tiempo para ver los resultados? ¿Cuántos procesos necesitan del poso de nuestra paciencia?. Sin duda la realización de piezas cerámicas requiere de tiempo y paciencia.
Hay otro aspecto que aporta como valor añadido. Es el horno el que va a evaluar si una pieza está realizada adecuadamente. Los trabajos estallan en el horno si no se ha amasado bien la arcilla o si se han dejado zonas con burbujas de aire. Paulatinamente los alumnos van a ir atendiendo a los requisitos de la técnica para que sus trabajos resistan el paso por el horno.
En esta ocasión ha habido una gran cantidad de roturas. Los alumnos de sexto trajeron bocetos dibujados de lo que querían hacer, apostaron alto. Seguiremos trabajando el próximo trimestre.
El momento de ver sus trabajos terminados es espectacular, siempre los reciben con gran asombro.
Ana Martín