En la actualidad el uso continuado de las nuevas tecnologías en etapas tempranas está ocasionando un retroceso en el desarrollo de habilidades motoras finas. Darle con un dedo a la tecla del ordenador o la Tablet, no desarrolla la misma cantidad de músculos que cuando se usan unas tijeras, un lápiz, una aguja, un pincel o un compás o incluso los propios dedos al pellizcar.
En esta ocasión trabajamos con papel charol de colores. Los alumnos deben hacer diferentes formas sin ninguna señal previa. Con el movimiento de pellizcado, usando sus dedos para que la forma se adapte a lo que sus mentes habían pensado.
Al principio les resulta extraño, tienden a coger la tijera. La coordinación viso-motriz va cumpliendo su misión a medida que van trabajando y comienzan a surgir formas sugerentes. Decidimos pegarlas en un papel continuo y hacer un mural entre todos.
En esta actividad usamos las tijeras. En primer lugar deben hacer líneas rectas en una cartulina con una separación de dos cm. Tienen que usar la regla para que las líneas queden perfectas, pues después deben recortar por encima de ellas.
El uso de instrumentos ( regla) y herramientas (tijeras), requiere de una serie de habilidades que se irán desarrollando con la práctica, es esencial potenciar su uso desde edades tempranas.
Tenemos que tener en cuenta que a través de todo lo que trabajamos en el área de artística estamos sentando las bases de futuros conocimientos. Es buena idea trabajar también en casa estas habilidades. Medir, hacer líneas, recortar siguiendo una pauta, enhebrar, coser, usar el pincel correctamente…
Con las tiras recortadas construyeron bonitas y coloridas esculturas.
Nos queda otro reto por superar: hacer rollitos de papel. Aquí la coordinación de los dedos pone a prueba la paciencia de gran parte de la clase que exclama: «¡Ana yo no puedo!»
«Para eso lo hacemos, para que aprendáis a hacerlo», les respondo. Seguimos practicando, una y otra vez hasta que el resultado quedó aceptable. Usamos papel de periódico y nos ayudamos de un palillo para enrollar el papel, luego lo aseguramos con cinta de carrocero.
Comenzaron a surgir bonitas formas que colorearon con témperas.
Antes os animaba a trabajar en casa, cierto es que muchos alumnos lo hacen. Aseguraros que sea así, que las cosas que empiecen no las acabéis haciendo los padres. Todo el proceso es válido, incluso aquel que pasa por la frustración. Lo importante es «andar el camino», que hagan suya cada experiencia, que integren el hecho de superarse mediante el trabajo.
La tarea artística va a ir desarrollando procesos cognitivos desde los más básicos relacionados con los sentidos como la observación o la percepción a procesos de alto nivel como la organización mental antes de realizar una acción. Este proceso de gestión engloba el análisis, la planificación, el control de la atención para desarrollar la tarea, el razonamiento, la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la flexibilidad ante los errores o la aceptación de sus propias producciones. Todos estos procesos son pilares fundamentales para el desarrollo de las funciones ejecutivas.
“La mano es el órgano ejecutivo de la inteligencia” M. Montessori
Ana Martín