Los alumnos de cuarto durante el mes de Octubre han estado trabajando el tema de la alimentación con su tutora.
Relacionado con este tema, en clase de artística, les proponemos que dibujen diferentes frutas y verduras.
Uno de los equipos investigó sobre la conservación de los alimentos. Pensamos que sería muy buena idea poner en práctica una de la técnicas: el secado. Elegimos a las frutas por su diversidad de colores.
La idea les encantó, cortaron en rodajas diferentes frutas y fueron llenando la secadora de alimentos. ¡Gracias Eli por prestarnos la secadora! Hacer una rodaja bien hecha requiere concentración. Algunas frutas son muy jugosas, otras son blandas, otras son duras, cada corte es diferente según la textura que tenga la pieza de fruta.
Conforme íbamos repartiendo las frutas y los alumnos las cortaban en rodajas, el ambiente de la clase fue provocando una pluriestimulación de nuestros sentidos. Los jugos se esparcían en las tablas de cortar, los colores se asociaban en las bandejas de la secadora, percibían las diferentes texturas a través de sus manos e incluso por la vista, algunas frutas tienen una forma exquisita con una simetría radial extraordinaria. La clase se fue inundando de jugos, olores, colores y texturas. Creamos un ambiente con una rica experiencia sensorial y un amplio patrón de aprendizaje en la que los pensamientos y la creatividad se vieron impulsados.
Además de las frutas, añadimos hojas del jardín, romero y lavanda del huerto. Las prensamos para complementar los materiales que disponemos y ampliar las posibilidades. Nuestra imaginación ya ha comenzado a considerar diversas posibilidades. Solo nos queda materializarlas en cuánto completemos el secado.
Surgieron variadas composiciones: El diablo y las criaturas del bosque, el elfo, el loco, el teacher, el tiburón, don planta, el ratón salvaje, la selva de frutas, la flora japonesa, mi gata, el universo paralelo o la lluvia de estrellas. Hemos utilizado nuestros sentidos como las vías de acceso a la comprensión de nuestro medio natural adentrándonos, a su vez, en la bonita estación otoñal por la que transitamos.
Ana Martín
Es un proyecto súper precioso
La idea del secado de fruta me parece una “IIDEACA”