Tengo una cajita en la que guardo trozos de cartulinas excedentes de otras actividades. Para mí es un tesoro. Múltiples colores y formas sugerentes es lo que les ofrezco en esta actividad a los alumnos de primero.
De hecho, conforme les reparto las cartulinas y las ubico sobre las mesas, ellos comienzan a moverlas, a agruparlas o incluso a ponérselas sobre sus cabezas y comentan: » una corona», «un antifaz», » parecen letras», » dientes de dinosaurio», «una bota», «fuego»…
A los alumnos les pasa igual que a mí, incluso su capacidad de imaginar les lleva más allá de lo esperado. Les animamos con la propuesta de hacer una composición sobre una base de cartulina.
La clase se llena de color y de formas que van cobrando vida entre sus manos. Con los recortes y con lo recortado por ellos mismos surgieron las bonitas creaciones que os he mostrado. Me acordé de Matisse, pero no les hable de sus collages, de sus dibujos a base de recortados, en esta ocasión quise no condicionarles y que fluyera esa frescura y espontaneidad característica de los alumnos de primero.
Ana Martín