Las farsas, nacidas en la Edad Media, consistían en breves interludios que se interpretaban antes de los dramas para rellenar el programa. Las situaciones cargadas de comicidad y bufonería servían de crítica social desde el humor.
En esta pequeña obra aparecen tres personajes, dos de ellos, son un tanto extravagantes en sus conversaciones, aunque no dejan de tener credibilidad (una señora y un tendero). El diálogo entre ellos se desenvuelve en una visión absurda y exagerada de la realidad que provoca la risa en el público.
Con este trabajo los alumnos de cuarto han tenido ocasión de cambiar de roles en la representación de los personajes. Hemos trabajado la dicción y la entonación así como los gestos y las posturas para dar más verosimilitud a los personajes.
Gracias Silvia por el montaje del vídeo.
Ana Martín
Gracias a ti por enseñarme tanto cada día.
No solo hablo de conocimientos metodológicos, sino de enseñanzas personales. Mi experiencia contigo ha sido rica en todos los sentidos, y por eso las gracias debo de dártelas yo a ti.
Aquí tienes a una alumna y a una compañera de por vida.
Un abrazo Ana, me ha encantado aprender de ti.