Ha pasado un mes, desde que el grupo de primero tuvo una sesión de modelado con arcilla. Durante este tiempo me han ido preguntando, casi diariamente: ¿Está seca la arcilla?, ¿La has cocido ya?, ¿Cuando la vamos a pintar?. Sin duda, convertir un trozo de arcilla en una pieza de cerámica, les enseña a tener paciencia.
Disfrutan la sesión de modelado, amasan la arcilla, la estiran, experimentan con sus cualidades físicas. Perciben cualidades táctiles, de humedad y textura, que les indica el estado del material que manipulan. Aprenden las estrategias necesarias para plasmar sus ideas con un resultado satisfactorio.
EL esmaltado lo realizamos tras haber cocido la arcilla, aplicando los esmaltes con pincel. Les encanta combinar pinceladas de distintos colores. Luego el horno hace que se transformen, algunos incluso, de una forma inesperada.
¡Buen trabajo!
Ana Martín