Mónica enfadada. Mi abuelo está contento.
Yo estoy patidifuso. Sofía tiene vergüenza.
Mi prima tiene miedo. Michael J. está triste.
Víctor está sorprendido. Una niña pensativa.
Yo con asco. Ángela está aburrida.
Yo asustado. Candela está llorando.
Yo tranquilo. Soy yo y estoy enamorada.
Yo serio. Guille enfadado.
Ponerle nombre a una emoción ayuda a reconocerla. Con esta actividad, trabajamos el rostro humano expresando una emoción o sentimiento. Cada alumno elige la persona que quiere dibujar y lo que quiere expresar a través del rostro.
La mayoría de los rostros expresan emociones básicas: miedo, tristeza, alegría, sorpresa. Las emociones son estados complejos de nuestra afectividad, en ellas, se implican componentes cognitivos, afectivos y fisiológicos siendo difícil distinguir los efectos que sobre nosotros causan.
Abordar este tema, nos prepara poco a poco, en una sana expresión afectiva. Cuando dibujamos, además, podríamos decir que les ponemos rostro a las emociones.
Ana Martín