Los trabajos del grupo de cuarto, ya están expuestos en la entrada del aulario. Observando sus producciones, recuerdo el momento en el que las modelaron. Comienzan a ser algo más conscientes de las exigencias técnicas para conseguir resultados satisfactorios. Es por ello que, a la hora de decidir qué hacer, les surgen las dudas. Como en cursos anteriores, sus gustos se inclinan por objetos lúdicos: muñecos, canicas, circuitos de coches; o de uso culinario: trozos de pizza, rosquillas…Cuando tienen la arcilla entre sus manos se sienten en una situación de goce lúdico. Pienso que nuestras sugerencias adultas, relacionadas con la ventaja de elaborar objetos más utilitarios, condiciona sus decisiones sobre lo que acaban elaborando.
Independientemente del criterio que adopten, lo importante es el dominio que van adquiriendo de la técnica, las decisiones que toman en cuanto al tamaño, grosor, vaciado, pegado de piezas, humedad adecuada para trabajar…
Esa especialización técnica que van adquiriendo, se extiende también al proceso del esmaltado. Son más selectivos a la hora de utilizar el esmalte, comienzan a controlar su adecuada densidad y la intensidad de las pinceladas al aplicarlo.
Ana Martín