Estas fotos son el resultado de la reacción espontánea, que tuvieron los alumnos cuando les mostré las fotos que les había hecho.
La mayoría de las fotos, correspondían a ojos de los alumnos de la clase de tercero, algunas eran de alumnos de otros cursos.
Al comenzar la clase, repartí las fotos aleatoriamente, de manera que cada uno tuviese una. Debían adivinar a quién correspondía el ojo que les había tocado y después dibujarlo. La expectación se propagó entre ellos, querían saber qué ojos les habían tocado a sus compañeros, cómo estarían con los ojos de otro, tuvieron dudas sobre a quién correspondían algunos ojos ( algunas fotos no eran de ellos); compartieron emociones varias.
Sosegado el clima de euforia, se pusieron a dibujar. Cada uno dibujó al menos tres ojos, bien los suyos o de algunos compañeros. Posteriormente hicieron un póster con todos los dibujos.
Observaron, compararon, distinguieron partes del ojo; objetivo cumplido: dibujar ojos reales.
Cuando dibujan espontáneamente, tienden a dibujar un tipo de ojos estereotipado, un puntito, tipo cómic; es muy lícito y válido que hagan todo tipo de ensayos. Es en la realización del autorretrato, cuando observé que su imágen difería poco de los personajes que suelen dibujar.
En concreto los ojos, estaban representados por un punto dentro de un círculo, en los dibujos de los niños y en cuanto a las niñas, los dibujaban con una especie de reflejos, tipo manga.
Con esta actividad indagamos en otras alternativas, sobre todo si se trata de dibujar ojos de personas reales. Seguiremos ensayando.
Ana Martín