El dibujo del autorretrato se realiza, en el grupo de cuarto, partiendo de una foto de cada alumno. Enfrentarse a su propia imagen pone tensos a algunos alumnos.
En ese intento de aceptación de lo que hacen, repiten el dibujo hasta que les satisface el resultado. Otros abordan la tarea más relajados, con relativa naturalidad.
El grupo de tercero realiza el trabajo sin tener una foto de referencia, algunos acuden a mirarse al espejo para ver las características de su rostro; aún así, la mayoría, resuelven el dibujo acudiendo a la forma en que ellos dibujan diversos personajes.
En este ciclo se hace patente que, la necesidad de acercarse a la realidad, se desarrolla en cuarto curso. Es precisamente esta necesidad interna, la que tensiona el hecho de dibujar su rostro. A partir de ahora, buscarán herramientas para hacer satisfactoria esa tarea.
Ana Martín