«Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.» Le decía Don Quijote a Sancho antes de ir a gobernar la ínsula Barataria Cervantes, M. Don Quijote de la Mancha.
Uno de los trabajos que abordamos durante el mes de septiembre es la realización del autorretrato. Las imágenes que os muestro, corresponden a los bocetos que hicieron algunos alumnos de quinto en la sesión del lunes. Cada nuevo curso, como una forma de presentarnos al resto de la comunidad educativa, dibujamos nuestro rostro.
Con esta tarea abordamos varios objetivos:
- El dibujo del rostro humano. El nivel madurativo de los alumnos, incorpora, cada año, nuevas destrezas a la hora de dibujar las diferentes partes del rostro.
- El conocimiento de nuestras características físicas, nos ayuda en la tarea de saber cómo somos.
- Enfrentarse a las inseguridades y al propio juicio sobre nuestra imagen, posibilita paulatinamente la aceptación de sí mismo.
Don Quijote aclara que éste, el autoconocimiento, es el más difícil conocimiento que podamos imaginarnos.
El mundo de la Cultura Visual genera imágenes globalizadas. Una hiperrrealidad apabullante, potenciada por los avances tecnológicos, nos inunda, e incide en nuestros pensamientos. Con la digitalización de la fotografía, la posibilidad de modificar imágenes está al alcance de todos. Nuestra capacidad de aceptación de lo real está siendo minada; las múltiples metamorfosis que producimos mediante el retoque fotográfico, nos hacen dudar entre lo real y lo manipulado-imaginado.
Otras tareas nos ayudarán a mirar nuestro interior, pero no hay que subestimar la aceptación de lo físico. Vivimos en una sociedad que nos induce, en la mayoría de sus producciones visuales, a tapar lo «feo», a minimizar las imperfecciones, a transformar la realidad. Nosotros con esta tarea tratamos de reproducirla y aceptarla.
En próximas entradas os mostraré el trabajo de los alumnos de primaria.
Ana Martín