Esta semana hemos comenzado el curso escolar. Nuestros alumnos son el punto de partida de todas las vivencias artísticas que vamos a organizar. El lunes, los mayores me preguntaban sobre el horario de la clase de artística. «Ojalá nos toque el viernes así nos vamos contentos», decía un alumno de sexto. Los de segundo me preguntaban: «¿Cuándo tenemos la artística?» «Este año tenemos que esperar un día más, nos toca los jueves».
Son los alumnos de primero quienes, durante su primera semana de adaptación a la etapa, no tienen expectativas sobre la clase de artística, otros temas son más urgentes en su calendario.
En nuestro primer encuentro les preguntaba sobre lo que ellos pensaban que íbamos a trabajar en artística. “Pintar con pinceles, dibujar, ciencias, matemáticas, jugar …”, me decían.
Muchos de ellos tienen hermanos mayores, intuyen que las clases van a ser variadas. Tienen razón, en muchas ocasiones relacionaremos el tema con matemáticas, con ciencias, con literatura…Trabajaremos con formatos variados y con técnicas diferentes, abordaremos propuestas de trabajo centradas más en el proceso que en los resultados, actividades que potencien la creatividad, la autonomía, el pensamiento crítico visual, el conocimiento del entorno social que, de forma acelerada, nos engloba en un imaginario colectivo cada vez más estructurado.
En toda esta dinámica potenciaremos el trabajo en equipo, la autonomía, el conocimiento de sí mismo, la creatividad en su modalidad lúdica, alejada de las exigencias respecto al éxito o al fracaso. En definitiva, a través del lenguaje artístico, trataremos de generar conocimiento.
¡Bienvenidos al nuevo curso!
Ana Martín