Según su definición, tejer consiste en entrelazar hilos, o nudos o anillos de un solo hilo para formar telas, trencillas, esparto, etc..
También entrelazar, cruzándolos en el telar, los hilos de las dos series llamadas la trama y la urdimbre.
En esta ocasión realizamos la urdimbre sobre CDs reciclados. Cuando planteé este trabajo a los alumnos de tercero pensaba que tendrían más dificultades de las que plantearon. La mayoría sabían hacer nudos o bien practicaron cómo hacerlos.
Figuradamente tejer implica el hecho de componer, ordenar y colocar con método y disposición una cosa.
Hay actividades a las que no le damos la importancia que tienen, parecen tareas simples y pensando con fundamentos artísticos, no las catalogamos como actividades creativas.
Recortar, enhebrar, anudar, atar, trenzar, tejer, punzar, amasar… son actividades que requieren una gran precisión y un alto nivel de coordinación y a través de ellas contribuimos al desarrollo de la psicomotricidad fina, logrando una perfecta sinergia de diferentes órganos de nuestro cuerpo.
Contribuimos, además, al desarrollo de habilidades que son la base para que otro tipo de aprendizajes se produzcan. Aumenta la seguridad personal de los alumnos al poder dominar diferentes técnicas y profundizar en la experimentación de procesos diversos.
Nuestro trabajo requirió varias sesiones y una gran dosis de paciencia. Como material que adornó en la fiesta fin de curso, parecía un trabajo insignificante.
Reflexionando sobre el tema aprendemos que el trabajo laborioso, aunque no ocupe un gran espacio físico, sí llena un gran espacio de sabiduría dentro de nosotros.
Quedé gratamente sorprendida, el grupo de tercero trabajó con esmero, se ayudaron, fueron pacientes, en definitiva crecieron un poco más, preparándose para nuevos retos que les esperan en el curso próximo.
¡Buen trabajo! Seguid practicando este verano.
Espero que paséis buen verano
Ana Martín