Las expresiones faciales asociadas a una emoción particular se han desarrollado en el ser humano, en respuesta a situaciones específicas. Fueron útiles para ayudar a nuestros ancestros a sobrevivir y se han perpetuado en la especie humana adoptando un carácter universal.
Abrir mucho los ojos nos ayuda a observar mejor el peligro que nos amenaza, arrugar la nariz y apretar la boca de asco dificulta la inhalación. Las expresiones faciales que comenzaron como parte de la respuesta corporal a una situación, evolucionaron y se convirtieron en parte del lenguaje cumpliendo una función social.
Hacemos muecas ante la cámara, aspavientos cuando recibimos una gran sorpresa, ademanes ante el espejo, gesticulamos para enfatizar nuestras palabras.
Después de hacer los bocetos, hemos trabajado los rostros sobre bayetas coloreadas. Los colores simbolizan la multiplicidad y la variedad de los rostros humanos. Montamos el trabajo en grupos de tres miembros.
Así quedó el montaje:
Hemos expuesto este trabajo en el vestíbulo de entrada al colegio durante la Semana Cultural. Completamos el proyecto con el dibujo de viviendas. Los diseños debían ser originales, concebir diferentes habitáculos con características singulares por la forma, por ser ecológicos, sostenibles, individuales o colectivos y este fue el resultado:
Ana Martín