Autorretrato, ¿porqué lo hacemos todos los años?
Hasta los seis años de edad, el niño se dedica fundamentalmente a absorber información sobre su entorno. El concepto superficial que ha desarrollado sobre sí mismo irá, aumentando en complejidad y a partir de ese momento empieza a reflexionar de forma sistemática y a dotarse de una visión del mundo global y articulada.
La primera toma de conciencia del yo hace referencia a la identidad física: “ yo soy grande”, “ mi pelo es rubio”, “ tengo los ojos marrones”. A lo largo de los años escolares el niño será capaz de reconocerse plenamente, de conocer y tomar conciencia de sus estados internos así como de reconocerlos en los otros. Esto posibilita que el niño se describa a sí mismo y a los compañeros a través de rasgos de personalidad.
Animamos al grupo de segundo a escribir sobre características de su identidad psíquica y emocional: “ soy nervioso”, soy simpático”, “ soy lista”, “soy amable”.
La realización del autorretrato les ayuda en el proceso de adquisición de las características y peculiaridades que definen su propia identidad.
Un saludo
Ana Martín