Cuando trabajamos la arcilla, fundamentalmente aprendemos diferentes técnicas para modelarla. Además, hay algo muy importante que aprendemos cuando queremos convertirla en una pieza de cerámica: a tener paciencia. Ha pasado un mes desde que comenzamos el trabajo:
Esperamos el secado y la cochura:
Esmaltamos las piezas:
Y volvimos a cocer el esmalte:
Cuando abrimos el horno siempre hay un motivo de asombro.
Estos son los resultados tras la cochura:
Ana Martín