En nuestras acciones diarias, en las vivencias que se crean en las relaciones interpersonales, encontramos espacios que acogen nuestras emociones.
Trabajamos a partir de un espacio íntimo donde acudimos a refugiarnos cuando nos sentimos mal por que hemos tenido algún problema, un espacio que nos acoge y reconforta nuestro malestar.
Podemos reflexionar, respirar, relajarnos o encontrar ese momento de soledad necesario para gestionar lo que estamos sintiendo.
En el colegio hay muchos espacios, que los alumnos escogen tras una situación problemática o alguna adversidad: no me dejan jugar, me enfado con mis amigos….
Partimos de una fotografía de cada alumno en el espacio elegido. Sitúan la imagen en la cartulina, eligiendo la ubicación en ésta. Tratarán de plasmar la realidad, reproduciendo los demás elementos que completan la escena.
Diferenciamos diversos elementos en la composición.
- Elementos personales (mi foto-emoción adversa)
- Componentes arquitectónicos (muros, paredes, puertas…)
- Elementos naturales (vegetación, paisaje)
- Elementos artificiales (mobiliario del patio, pista…)
Tras el coloreado con acuarelas, éste es el resultado:
Ana Martín