En nuestra «asamblea mañanera» leemos el cuento que ha traído Leo S. «La granja de los siete establos», una historia muy graciosa donde al final el que aulla es el caballo, jajaja les ha hecho mucha gracia.
Leo P. ha traído de casa un lobito pintado de naranja, en representación de «nuestro grupo de lobeznos». Lo hemos colgado en el tablón de clase y les ha gustado mucho a todos los compañer@s.
Tras la lectura, nos reafirmamos en que la propuesta de la mañana será la de «Los lobos», pero antes de comenzar con el juego planteamos cual va a ser el escenario en el que este se desarrollará. Del mismo modo que ayer, hemos «construido» la cueva de los lobos, el río, el prado, la cama………y hemos podido usar la comida de la cocinita para alimentarnos.
Mientras el juego transcurre en el aula, en una de las mesas tiene lugar una actividad mucho más tranquila, pero no por ello menos motivadora: nuestro Proyecto de Lectura. Hoy por primera vez llegan los libros de casa acompañados del dibujo; todos los niños y niñas pasan por esta mesa y me van contando como ha sido su «experiencia lectora»: ¿te ha gustado la historia?, ¿con quién la has leído?, ¿cual ha sido tu personaje preferido?, ¿has hecho el dibujo?, ¿cuéntame qué has dibujado?, por favor localiza el libro que has leído en la hoja de registro……y por último, escoge un nuevo libro para la próxima semana. Como veis, se trata de un proceso muy meticuloso y repetitivo (para mí, que no para ell@s) que nos proporciona una fantástica oportunidad de hablar sobre un tema determinado. Conclusión: ¡todos súper-contentos con sus libros!
Cuando subimos del patio, y después de asearnos, dedicamos un ratito «a contar». Los materiales que hemos usado esta vez han sido los aros y nuestra caja de animales. Escribo los números del 1 al 5, y asociamos cada número (y cada cantidad) a un aro de un color determinado. Dentro de cada aro, y también encima, dibujo tantos puntitos como el número representado; después los niñ@s, de uno en uno han ido participando en el juego de conteo y cálculo colocando los animales dentro de los aros. En una primera ronda, hemos seguido el orden de la numeración (aro 1, aro 2, aro 3…….); en una segunda ronda, los números han ido surgiendo de forma aleatoria y los niños no sabían la cantidad que iban a tener que calcular hasta que les tocaba. ¡Lo han hecho fenomenal!, y lo mejor es cómo lo han pasado:
Por la tarde, antes de merendar, les hago un pequeño regalito (jajaja) les pongo en el ordenador el cuento de «Los tres cerditos y el lobo feroz»; durante los días que quedan de la semana dedicaremos los minutos antes de la merienda para conocer un cuento clásico que tenga al lobo como protagonista. Aquí os dejo la primera:
Loli Gálvez