Un día de emociones aventuras desde el minuto cero. Llegamos al destino y poco a poco nos acomodamos. Azules/amarillos en una asamblea dónde para sorpresa de ellos tenemos unas ricas galletas que toman con gusto. Cargados de energía y asentado nuestro pequeño campamento nos ponemos en marcha.
¡¡¡A EXPLORAR!!! En el trayecto de esta mini-excursión en cada paso quedamos nos detenemos para observar los grandes tesoros que les rodean: piedras «preciosas», flores de todo tipo (botón de oro, margaritas… ), piñas que han sido roídas por las ardillas…
Más tarde llegamos a una pequeña llanura dónde jugamos de lo lindo, nos tiramos al suelo, nos escondemos tras los palos o bien intenta treparlos… ¡¡Cómo ríen!! Corretean de acá para allá, exploran e investigan todo.
De vuelta visitamos los tan ansiados columpios. A la de uno, dooos y…….. tres. En un pis-pas visualizan el terreno y cada un@ elige su columpio sin dudar. Cambian constantemente de uno a otro como si….no hubiera nada más.
Tras una larga caminata llegan hambrientos al campamento base. Lo primero es pasar por el aseo y a continuación nos vamos al rancho a ponernos las botas.
Una vez que tenemos el estómago lleno es el momento de la tan merecida siesta. Cada uno busca su lugar, nos descalzamos y……..al ratito – Shhh…….. – se produce un silencio absoluto; solo se escucha el canto de algún pájaro.
Con vuestra llegada el día se completa. Os agradezco a todos vuestros esfuerzos por participar y colaborar para que este día saliera redondo.
¡¡¡GRACIAS FAMILIA!!!