Hola familias,
Terminamos otra maravillosa semana en nuestra clase naranja.
En estos días hemos dado cierre a nuestra propuesta de los aviones que hemos llevado a cabo en la última semana. Distribuimos roles: pilotos/pasajeros, nos caracterizamos y embarcamos en nuevo viaje en el que la tripulación cuenta el número de pasajeros que lleva en el avión, les sirven agua y hasta repostamos. ¡Toda una aventura!
En la representación gráfica, encontramos la pista del aeropuerto en la que los aviones despegan o aterrizan. Tratamos de plasmar un avión, la torre de control y dibujarnos a nosotros. Dar sentido a los dibujos que realizan y fomentar un ambiente positivo donde se valora su expresión artística es clave para su desarrollo.
Trabajamos la lógica-matemática a través de diversas actividades:
- Recta numérica: tratando de identificar que la “retahíla” que utilizamos al contar está asociada a un número. El juego consiste en dar saltos en cada una de las piezas del puzzle diciendo en voz alta el número sobre el que están. De esta manera van asimilando el orden de la recta numérica desde el número 1 hasta el 9. Van reconociendo los números a la vez que van desarrollando también el salto, lo cual les parece divertidísimo.
- Asociar cantidad a una representación dada, utilizamos como estrategia alinearlos, para no contar un mismo elemento varias veces, es más fácil ver el principio y el final de nuestra cantidad.
Ejercitamos la psimotricidad fina, centrándonos en la coordinación óculo-manual así como realizar la precisión que requiere la pinza, cogiendo y depositando objetos del otoño. El uso de la pinza ayuda a fortalecer los músculos de sus manos y dedos, lo que es fundamental para habilidades futuras.
Como cada martes disfrutamos de la actividad Inter-etapa con 6º EPO: «Cuéntame un cuento» durante nuestra merienda. Hoy le toca el turno a Leo, que nos narra el cuento “La llave dorada”.
Hablamos de la importancia de tratarnos bien: somos un equipo, ¡el equipo naranja! y debemos cuidar los unos de los otros, y tratarnos con cariño y respeto. Al seguir normas, aprenden a controlar sus impulsos y a tomar decisiones más adecuadas. Esto es esencial para su crecimiento emocional y social. Reforzamos este trabajo tan importante en nuestro desarrollo con la lectura del cuento: «Me porto siempre bien, bueno, casi siempre”.
Trabajamos nuestra inteligencia emocional, tratando de identificar cómo nos sentimos en cada momento. Para ello debemos coger un pompón del color correspondiente y depositarlo en el monstruo que representa esa emoción:
- Si te caes en el parque y te haces daño ¿en qué color estarías?
- Si te quitan un juguete, ¿cómo estarías?
- Si un amigo se acerca y te da un abrazo cariñoso. ¿Cómo estarías?
Ejercitamos las Funciones Ejecutivas, hacemos una prueba de autocontrol para demorar la recompensa. Deposito material de juego atractivo y novedoso para ellos, solo pueden mirar, pero no tocar hasta que yo lo indique. Ayudar a los a demorar la recompensa es ayudarles a desarrollar su inteligencia emocional. Muchas de las cosas que obtenemos y que necesitamos en la vida precisan de autocontrol y de automotivación. Como ya os podéis imaginar hubo de todo, quien se contuvo, quien se acercaba a mirarlos más de cerca, quien tocaba con un dedo, y quien no pudo resistirse a coger uno je je
Hemos podido observar desde el ventanal de nuestro pasillo un grandísimo arcoíris. ¡Nos ha fascinado! Aprendemos que para que salga tiene que haber gotas de agua y salir el sol a la vez.
Nuestras lentejas germinaron satisfactoriamente y cómo han crecido mucho, las trasplantamos a una maceta con tierra para seguir cuidándolas.
Hoy ponemos el broche de oro a nuestra semana con la Tarde Cooperativa. Damos comienzo en el árbol reunión, tumbados, observamos como el viento mece las hojas lo cual produce un efecto relajante.
Después nos dirigimos al jardín de Alquería, donde hacemos un recorrido reconociendo e identificando algunas de las plantas que tenemos en él. Jazmín, romero, caqui, morena, rosal, papiro, platanero de sombra, cipreses, etc.
Hemos disfrutado recorriendo este emblemático espacio de nuestro colegio, descubriendo: un hotel para insectos, troncos de árboles, visitando nuestros peces/tortugas y hasta una puerta secreta hemos encontrado.
Finalizamos jugando al tradicional juego: «Osito dormilón» y degustando una rica merienda.
Espero que mis naranjitas disfruten de su merecido fin de semana.
Un abrazo,
Eva Oliva