Buenas tardes familias,
Hoy martes tenemos nuestro Taller de Experimentación, en esta ocasión decidimos crear este recurso para ayudar a calmar a los niños cuando se ponen nerviosos o se enfadan. Las colocaremos en nuestro rincón de la calma y nuestros monstruos de colores, que nos ayudan a poner nombre a aquello que nos ocurre en ese momento. La botella agitada es un símil con lo que ocurre en la cabeza de un niño cuando está enfadado, siente rabia o está nervioso. Cuando pasan escasos minutos, el interior de la botella va volviendo a su estado inicial, ya nada se mueve y podemos ir viendo con claridad que hay dentro del agua. De la misma forma, el niño va relajándose y lo ve todo más claro.
Materiales que hemos usado:
- Botellas de plástico recicladas.
- Aceite de bebé
- Agua
- Colorante alimenticio
- Purpurina, estrellitas, animalitos pequeños, lentejuelas, etc…
- Pistola de silicona para sellar las botellas.
Con paciencia y por pequeños equipos hemos creado 3 botellas que nos ayudaran a ponerle nombre a aquellas emociones que nos ocurren. Aunque creo que en los próximos días todos van a verbalizar estar nerviosos para poder usarlas je je je.
Los martes por la tarde tenemos ubicado el Taller Creativo, decidimos comenzarlo por la mañana con aquellos compañeros que no se quedan en el horario de tarde, para que de vez en cuando puedan hacerlo. En esta ocasión utilizamos una nueva técnica : «soplado», con ayuda de pajitas y cuentagotas de témperas líquidas rebajadas con agua , empiezan a descubrir sus primeras mezclas de colores de forma espontánea. Además de crear, soplar ayuda en el desarrollo del lenguaje ya que ejercita los músculos articulatorios bucofaciales. Al final decidimos añadirle unos ojitos movibles a modo de «monstruos buenos».
Nos ha cundido el martes, ¿verdad?
Un fuerte abrazo, Eva.