Aunque parezca mentira, los niños y niñas de la clase amarilla han «crecido» mucho estas vacaciones. A la vuelta los he encontrado muy habladores, más comunicativos y hoy durante el juego me ha sorprendido lo autónomos que han sido a la hora de organizar las propuestas.
Hemos comenzado la mañana jugando a «la casa de los cerditos», como os podéis imaginar la figura del lobo es imprescindible. ¡Les encanta! y se pasan el rato gritando: «¡qué viene el looooobo!», luego salen corriendo y se mueren de la risa.
Después el juego ha derivado en varias propuestas diferentes, pero todas ellas han agrupado a algunos niñ@s para desarrollarlas. Ya son pocos los que mantienen un juego en solitario. Una de estas propuestas ha sido la de «el tren» en la que han formado una fila con las sillas de la clase y los participantes se han convertido en los pasajeros.
Además de estas han surgido como no, nuestras preferidas: la cocinita y los bebés, que siempre están presentes en nuestra clase.
Y claro, como ya estamos más mayores, ahora lo que más nos está costando es la hora de la recogida……..¡qué vamos a hacer!, a seguir trabajando, jajaja.
Hasta mañana.
Loli Gálvez