Hola familias,
Quiero dedicar esta entrada para hablar acerca del lenguaje oral, ya que es una herramienta fundamental para que los niños comprendan el mundo, expresen sus emociones, organicen sus ideas y se relacionen con los demás. Todo lo que hagamos para acompañarlos y enriquecer su lenguaje hoy, será una base esencial para sus aprendizajes futuros, tanto a nivel comunicativo como posteriormente alfabético.

Es importante fomentar el diálogo diario, dedicar momentos cada día para hablar con ellos con calma, y escuchar lo que cuentan. Cuando conversamos con ellos les ofrecemos modelos adecuados de lenguaje, les ayudamos a ordenar su pensamiento y les animamos a expresarse con más claridad. En estas conversaciones, podemos ir ampliando sus frases añadiendo detalles. Por ejemplo, Sí, es un perro grande y marrón que corre muy rápido. También podemos hacerles preguntas que los inviten a pensar.
A esta edad están preparados para incorporar muchas palabras nuevas, especialmente si se relacionan con su vida diaria. Podemos enseñarles vocabulario durante los paseos, comentando lo que vemos y aprovechando situaciones cotidianas. Cuanto más rico sea su vocabulario, más fácil será que comprendan historias, sigan instrucciones y expresen lo que sienten.

Leer cuentos cada día es una de las actividades más beneficiosas para el desarrollo del lenguaje. Al leerles, escuchan estructuras de frases más elaboradas, conocen palabras nuevas en contextos significativos, desarrollan la imaginación y la capacidad de anticipar y recordar, aprenden a mantener la atención y a seguir la secuencia de una historia.

Es importante comentar las ilustraciones, preguntarles qué creen que va a pasar o cómo se sienten los personajes. Así, el cuento se convierte en un diálogo, no solo en una lectura. Por eso uno de nuestros Proyectos de Aula, es el Proyecto de Animación a la lectura, ya que resulta muy beneficioso para trabajar la oralidad.

En clase también trabajamos de forma lúdica:
• Dar definiciones para que ellos adivinen la palabra (“Es de lana, y me la pongo en el cuello cuando hace frío…»).

• Jugar con rimas, retahílas y poesías, que favorecen la memoria auditiva, el ritmo del lenguaje y la conciencia fonológica.
• Aprender canciones, que ayudan a interiorizar nuevas palabras, mejorar la pronunciación, seguir estructuras rítmicas y desarrollar la memoria verbal.

• Inventar cuentos juntos, alternando frases o personajes.

• Clasificar objetos por categorías (los que ruedan, los que son blandos, los que usamos para comer…), lo que desarrolla el razonamiento verbal.
Todas estas actividades y muchas más fortalecen habilidades que son prerrequisitos del lenguaje: la atención, la memoria, la discriminación auditiva, la secuenciación, la capacidad de categorizar y la conciencia de sonidos y palabras.
El desarrollo del lenguaje se construye poco a poco, a través de experiencias cercanas, afecto y comunicación. Cada conversación, cada cuento, cada canción y cada juego contribuye a que los niños crezcan seguros, expresivos y preparados para futuros aprendizajes.
NOTA: Os animo a aprovechar el puente del próximo fin de semana para realizar una manualidad navideña utilizando materiales reciclados. Vamos a decorar nuestra clase para los próximos días.

Un abrazo,
Eva




































