Buenas familias,
Hoy comenzamos la semana con una gran novedad dentro de nuestras rutinas de autonomía: ¡¡YA NO TENEMOS BABERO PARA COMER!! Los amarillitos van creciendo en todas las facetas de su desarrollo y una de ellas es la adquisición de autonomía en su día a día.
Estamos muy motivados y contentas de ir avanzando en este sentido pues queremos ser cada vez más independientes y hacer las cosas por sí solos, de ahí la frase que vamos a oír mucho, «yo solo» o «yo sola».
En el cole fomentamos esta autonomía a través de las rutinas diarias, practicando sus habilidades y generando estrategias nuevas para alcanzar esa independencia. Sabemos que un niño autónomo es más seguro, con un mejor concepto de sí mismo y sobre todo, feliz.
Desde casa, también tenéis que favorecer esa autonomía y dejarlos hacer las cosas por sí solos. No importan que se equivoquen o que se manchen, se trata de tener paciencia y animarlos a que lo vuelvan a intentar hasta que lleguen a conseguirlo.
Cosas que pueden empezar a hacer solos:
- Vestirse y desvestirse
- Lavarse manos y cara
- Comer
- Ayudar en algunas tareas sencillas de casa ( poner la mesa, llevar la ropa al cesto para lavar, recoger los juguetes…)
Tenemos que tener claro que hay que motivarles para que vayan adquiriendo un buen desarrollo emocional. La frase «ya eres mayor», les encanta y les gusta. Por ello, explicando, practicando, apoyando sus logros, con cariño y paciencia, podemos llegar a conseguir que nuestros niños crezcan siendo seguros y felices.
En nuestra Asamblea de la fruta, la figura de Súper es también muy importante en el desarrollo de su autonomía, asumiendo pequeñas responsabilidades en las que se sienten muy motivados y protagonistas, aumentando poco a poco su autoestima.
Como cada lunes, llevamos a cabo las diferentes fases de nuestro Método de Propuestas. El juego ha girado en torno a los COCHES y DINOSAURIOS. Se agrupan por intereses e interaccionan entre ellos para llevar a cabo el juego, se nota que están creciendo en todos los sentidos y su gran avance en el lenguaje hace que el juego se enriquezca cada vez más.
Durante este momento podemos observar los diferentes comportamientos, las relaciones que se establecen entre ellos, su capacidad de gestionar «pequeños conflictos» etc.
Para finalizar, después de recoger todo (fase importante en la que hay que colaborar para ordenar la clase), nos sentamos para llevar a cabo el dibujo. En él intentan recrear el momento de juego y así lo verbalizan cuando realizan sus trazos que cada vez van siendo más controlados.
Espero vuestra colaboración como familia para que podamos ir avanzando y fomentando esta autonomía necesaria en el desarrollo de los peques.
Hasta el miércoles.
Saludos, Carmen