Comenzamos la mañana con la preparación y montaje de nuestra tienda física, ubicando en cada rincón todo lo necesario para atender a nuestros clientes.
Pero mientras estamos con los preparativos suena por megafonía: «DIN DON DIN, ATENCIÓN ESTO ES UNA EMERGENCIA». Hemos realizado un simulacro de emergencia ¡y nos ha salido súper-bien! Ya habíamos hablado en numerosas ocasiones que cuando esto sucede hay que estar muy atentos y escuchar las instrucciones que nos dan. Hemos desalojado todo el colegio en menos de 4 minutos. ¡Qué mayores son mis naranjitas!
Hoy, hemos puesto el broche final al trabajo cooperativo que llevamos realizando todo el ciclo 3-6 años desde el mes de enero, en torno a la actividad del vivero.
Hemos tenido la oportunidad de vender las plantas a nuestras familias, que con tanto cariño hemos sembrado, regado y cuidado. Esta ha sido una experiencia muy significativa para todos. Ha sido una actividad muy completa, ya que hemos trabajado muchos aspectos a través del juego:
- Concienciación del cuidado del Medio Ambiente.
- Necesidad de reciclaje y reutilización de los envases que utilizamos en nuestra vida cotidiana, usándolos como maceteros para nuestras plantas.
- Reconocimiento de diferentes plantas e identificación de las partes que la componen.
- Diferenciación entre siembra y plantación.
- Iniciación en el de acto de compra-venta.
- Interiorización de normas de cortesía y buenos modales en la compra-venta.
Hemos conseguido trabajar de forma globalizada: alfabetización, talleres creativos y lógica-matemática, todo ello a través de un único proyecto y partiendo de la necesidad e intereses para la venta de nuestro Vivero. Con la recaudación, vamos a poder contribuir a aumentar los ejemplares de la biblioteca del colegio.
La venta de plantas la habéis vivido en primera persona, y creo que a todos nos habría hecho falta un babero je je je
Sólo me queda agradeceros vuestra excelente colaboración durante todo el proceso. Y qué decir de mis naranjitas…otra vez han conseguido emocionarme.
¡Gracias!
Un abrazo,
Eva.