¡Hola familias!
Hoy trabajamos de forma mas específica nuestra psicomotricidad fina, realizamos un taller de picado con la utilización del punzón. Para su realización hemos tenido que seguir varios pasos:
- Picado con punzón de triángulos (utilizaremos a modo de copa de abeto), siguiendo la línea marcada. El objetivo marcado era ir familiarizándonos con este instrumento, intentando cada vez puntear más por la línea marcada.
- Después de pegarlos con cola en el papel debemos trazar una línea vertical y líneas horizontales a modo de ramas.
He valorado mucho su esfuerzo y atención. Este tipo de trabajos favorecen la coordinación óculo-manual, tan necesaria en su desarrollo, además de ir consiguiendo el dominio del pulso tanto en la prensión como en la presión del instrumento. Además de necesitar de mucha atención y concentración.
Es una actividad que les divierte y les hace sentir mayores.
Después elegimos jugar a las herramientas y tenemos nuestra sesión de Inglés con Lola.
Por la tarde, trabajamos nuestra sesión específica de Funciones Ejecutivas. En esta ocasión trabajamos tareas Go-No go a través de señales visuales: GO (debe realizar una acción) – NO GO (debe inhibir su respuesta). El entrenamiento o estimulación de las Funciones Ejecutivas pretende potenciar al máximo los recursos ejecutivos del niño.Espero que paséis buena tarde, Eva.
Que alegría ver a Daniela con sus compis tan tranquila haciendo todo tipo de actividades.
Sobretodo cuando la vemos en la mesa con todos tan concentrada y tan «mayor» .
Lo que hace un buen entorno y una buena maestra.
Gracias Eva por tu implicación, tus ganas y tu profesionalidad.
Daniela vuelve otra vez a ser una niña feliz y nosotros más todavía por verla así.
Muchas gracias por tus cariñosas palabras Tamara. Sólo decirte que no haga nada extraordinario, simplemente mi labor como docente. A mí también me alegra mucho ver a Daniela alegre y contenta en nuestro colegio. Hoy les he felicitado mucho por el esfuerzo y constancia que han mantenido ejerciendo presión con el punzón. Me daba igual que aún los puntitos no marcaran la línea. Un abrazo, Eva.