Buenas tardes, familia,
hoy ha sido un miércoles de lo más tranquilo en la clase Naranja, a pesar de que el día de hoy tiene sabor a lunes. Nuestros naranjitas venían con muchas ganas de contarnos todo lo que han hecho en este puente tan largo.
Durante la asamblea,hemos visto qué día era, «hoy no es lunes ¡qué ha pasado? hemos estado en casa dos días de diario». Hemos puesto la fecha y hemos visto qué tiempo hacía hoy.
Al haber estado tanto tiempo en casa había muchas cosas que contar, el súper EZRA ha empezado contando lo que había hecho el puente: «he ido en autobus y avión y he estado con Aina y Ayax (sus hermanos)».
Gabriela ha contado que ha jugado a los puzles con sus hermanas, Blanca y Adriana.
Adrián ha contado que ha jugado con su hermano Carlos en casa.
Luis ha contado que ha jugado con sus padres a la cocinita y ha ido al parque García Lorca.
Olivia ha contado que ha jugado mucho a los coches.
Guillem ha contado que ha jugado a los tiburones pequeños y ha visto la Patrulla Canina.
Asier ha contado que ha jugado con Inés, su hermana, en casa y ha ido con sus amigos Diego y Álvaro.
Leo ha contado que ha ido al campo y con lo que ha recogido ha hecho varios cuadros para enseñarnoslos en clase y dejarlos en nuestro rincón del Otoño.
Miguel ha contado que ha jugado mucho estos días y que ha ido al parque García Lorca y ha visto a Luis y a Mar (una amiga).
Paula ha contado que ha jugado con Nora, su hermana, a los peluches y se lo ha psado muy bien.
Hermes ha contado que fue su cumple y lo celebró con papá, mamá y Dafne, su hermana.
Ha sido un trabajo importante para ellos pensar lo que habían hecho durante estos días, pues ellos no tienen aún interiorizado el concepto del tiempo, muchas veces imitan lo que dicen el compañero de antes, y eso no quiere decir que no hayan hecho nada.
Tras la asamblea, hemos elegido a qué queríamos jugar, hoy la propuesta ha sido rotunda: «DINOSAURIOS». Hemos jugado todos a los dinosaurios, pero fijándonos bien ¿dónde viven los dinosaurios? en el bosque, contestaban algunos, en la montaña, contestaban otros.
Hemos construído un ecosistema donde pudiesen vivir los dinosaurios con lo que teníamos en clase: una tela verde para hacer la vegetación, un pañuelo azul para hacer el lago donde pudieran beber agua, con una mesa y una tela de flores hemos hecho una cueva donde pudieran trepar y resguardarse de la lluvía, ¡todo un trabajo de imaginación!
Después, en nuestra asamblea de comunicación, mientras el súper EZRA repartía las mandarinas, hemos hablado sobre el dinosaurio que ha elegido cada uno, con quién hemos jugado, si hemos tenido algún conflicto cómo hemos actuado, si hemos hecho algo que le molestase a algún compañero o viceversa y qué hemos hecho… Poco a poco trabajamos cada vez más las normas de convivencia que se dan en nuestras casas, con los amigos y, en resumen, en la sociedad, a veces son normas no escritas para los adultos, pero para ellos son inexistentes y el trabajo diario de convivencia es algo importante para aprender a vivir en sociedad de una manera tranquila y respetando a los que tengo más cerca.
Después de la asamblea, hemos plasmado lo vivido en nuestro dibujo de la propuesta. Antes d ebajar al patio, ¡que hoy tocan montañas!, hemos leído un cuento que les ha gustado mucho. «Voy a comedte» trata de un lobo feroz, hambriento y que habla de una forma rarísima espera en el bosque a que aparezca un delicioso bocado. Con tan mala suerte que se topa con un par de conejitos listos que le quitarán un pelo que tiene en la lengua y, sobre todo… ¡las ganas de comer carne! Si pincháis en la imagen, os lleva a un audiocuento que hay en Youtube.
Familia, quería haceros una aclaración sobre el PROYECTO DE LECTURA. Hoy han faltado dos compañeras por lo que, para que no se quede coja la semana, esperaremos a mañana a ver si estamos todos para repartir los cuentos, si no, empezaremos la semana que viene, ¡lo siento! Pero es muy importante que todos participen de la misma manera, y de esta forma no sería justo.
Espero que paséis buena tarde de miércoles,
¡hasta mañana, familia!
Un saludo,
María