Hoy os damos los buenos días con uno de nuestros cuentos favoritos «El pequeño conejo blanco». Ya lo conocemos en otras versiones, pero la mejor de ellas es la que nos puede ofrecer nuestra «profe» desde su casa:
Estamos ya en la mitad de la semana, y una de las cosas que más pereza nos puede dar en casa es la de cocinar, en el caso de papá y mamá, y la de comer en el caso de nuestros pequeños. Pues bien, hoy os queremos ofrecer algunas ideas originales y divertidas con las que animar vuestros platos para que se os alegre la vista y también el corazón. A partir de las fotos podéis coges ideas…, pero realmente la inventiva puede ser infinita. ¡Ánimo «cocinillas»!, nuestros niños y niñas pueden colaborar en las decoraciones.
Y hablando de colaborar…, es importante que los involucréis en las tareas domésticas. Ellos/as se sentirán útiles en estos momentos y ganarán en autoestima. Debéis pensar tareas sencillas que puedan empezar a realizar solos, o en las que os puedan ayudar a los adultos. Os enumeramos algunas para que cojáis las que mejor se adapten a vuestra realidad y al nivel de autonomía de vuestro hijo o hija:
- Vestirse y desvestirse solo
- Recoger la ropa sucia y llevarla a la lavadora (canasto)
- Guardar su pijama
- Ayudar a poner la mesa y quitarla
- Con un trapito limpiar algunos muebles bajos…
Como veis, son muchas las cosas que nuestros peques pueden hacer en casa. Para ellos es como un juego, pero para nosotros es mucho más, estamos trabajando su autonomía, coordinación motriz, valores de cooperación y colaboración, responsabilidad personal… Si jugamos todos, recogemos todos; pues si todos convivimos en casa, lo normal es que todos colaboremos en su orden, limpieza y cuidado. Es importante que desde pequeñitos adquieran este hábito y lo interioricen como una rutina más de su día a día.
¡Amarill@s mañana más!