El tiempo ha experimentado hoy un cambio de tendencia…, hace más
fresquito y el cielo que estaba despejado, se ha nublado de repente. A nosotros no nos importa nada que aparezcan las nubes, porque seguimos activos y con muchas ganas de emprender cosas nuevas.
Hemos pasado la mañana entre juegos y risas, y hemos participado en un taller creativo en el que además trabajamos la motricidad fina. Empleando plastilina, segmentos de pajitas de colores y alambre dulce, hemos realizado unas esculturas la mar de evocadoras.
Primero hemos ido ensartando las pajitas de colores con el alambre, acción que requiere paciencia y sobre todo coordinación óculo manual. Después, cuando cada uno ha ensartado las pajitas que ha ido escogiendo, combinando los colores a su gusto, había que clavar los dos extremos del alambre en el bloque de plastilina que previamente habíamos amasado con nuestras manos. ¿El resultado?…, una escultura de lo más creativa.
En el parque, jugamos con los cubos y las palas, uno de nuestros juegos favoritos, pero también nos agrupamos para jugar al juego del lobo (un personaje que nos encanta). Si os dáis cuenta, todos los cuentos en los que aparece la figura del lobo suele fascinar a nuestros niños y niñas, Caperucita, los tres cerditos, los siete cabritillos…Por una parte les gusta, aunque por otra mantienen una cierta distancia por lo que pueda pasar, jajajaja.
Aquí os dejamos la canción con la que iniciamos este divertido juego, «Jugando al escondite», una canción de Rosa León de la cual hemos recuperado una versión un poco más «marchosa»:
¡Hasta mañana amarillos!