La mañana lluviosa nos dice que vamos a pasar un día de clase jugando tranquilamente.
Empezamos jugando con un puzzle de grandes piezas que nos regalaron, un poco complicado para hacerlo ellos solos pero con mi ayuda nos vamos fijando en el dibujo, buscamos las piezas y mantienen la atención hasta el final. Después pasamos al aseo y al volver empiezan a jugar libremente con diferentes materiales.
Recogemos todo bailamos un poco y nos sentamos en la asamblea. Debora nos trae una bolsa con juguetes de su hija «que se le han quedado chicos», y hay cuentos, muñecos ¡y un delantal con gorro de cocinero/a qué tanto les gusta!¡Gracias Debora!
Les pregunto por sus propuestas de juego y son: la cocinita, el tren, los cuentos, el tractor y la peluquería.
Yo les he sacado un recipiente con muchos abalorios que han paseado por toda la clase (los anillos no los conocían y preguntaban ¿esto qué es?
En los juegos hay momentos de conflicto porque quieren el mismo juguete, estamos practicando el compartir después de contar hasta veinte y le toca a otro (a veces lo hacen muy bien, je,je,je). El tiempo pasa tranquilamente y llega la hora de la comida y todavía tienen ganas de seguir jugando.
Mañana tendremos un juego de sombras.
Que descanséis.
Matilde Hidalgo.